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In-formación
Hoy
recuerdo aquellos días en que el arzobispo de Buenos Aires, Bergoglio, fue
elegido Papa. En realidad mi interés no está en ese hecho sino en todo lo que
se hizo evidente a partir del mismo. Recuerdo muy bien como de pronto todos los
medios de difusión se plagaron casi en su totalidad de noticias acerca de esta
elección.
De pronto
nos enteramos acerca de su vida y de algunos de sus hechos. Aparecieron fotos y
desmentidas, como aquella en que aparecía dándole la comunión a Videla, de la que
luego se dijo que era un simple truco, o de su complicidad con las fuerzas
armadas durante la dictadura militar, y al mismo tiempo, en otros medios salían
noticias desmintiendo esto y declaraciones de personas indubitables. En fin,
por todos lados se veían las hilachas. Para dónde cada uno mirara encontraba
algo diferente y contradictorio, por una lado quienes festejaban y adornaban al
elegido, por el otro quienes lo denostaban. Todo en una continuidad alienante,
enfermante, cuando no declaradamente hipócrita y mentirosa como personas que
públicamente declararon contra la iglesia y este nombramiento cuando unos meses
antes se sacaban fotos besando el anillo del que fuera Papa Benedicto.
Todo esto
me pareció, más que un aparataje político partidario, un despliegue de miserias
humanas exhibidas desvergonzadamente, publicadas a todos los vientos que
quisieran llevarlas.
Esto que
les cuento me estimuló a pensar en los medios de difusión. Medio es aquello que
está, o al menos trata de estar, en
equilibrio, ni de un lado ni de otro, ni blanco ni negro. En este caso, su
objetivo es la difusión, o sea conectar, divulgar. Evidentemente los medios no
están en esta zona de equilibrio.
¿alguna vez
lo estuvieron?
Ellos surgieron como herramientas de los
poderes y muchas veces se convirtieron ellos mismos en factores de poder. Son
un medio de control social y de manipulación ideológica. Y estoy hablando de
todos ellos, sin distinguir entre “buenos” y “malos”, veraces y mentirosos,
amarillistas y correctos, de derecha o de izquierda, todos, cada uno a su modo, tienen el mismo
objetivo.
Las
noticias son la excusa, no son ellas las que se busca difundir, sino lo que
está detrás, lo que no es evidente, las ideas.
Los medios fueron creados para in-formar, para dar forma desde adentro a
las cabezas de las personas, para inocular ideas que en última instancia son
ideología.
Los medios de in-formación, o sea los medios ideológicos de
los poderes siguen buscando tenernos prisioneros de sus intereses. Tanto los
de un lado como los del otro. Porque
aquellos que andamos por las veredas terminamos siendo capturados y penetrados
por mensajes que no nos ayudan a pensar sino que buscan alienarnos, hacernos
dependientes de lo que otro piensa y decide.
Y si cansado de ser llevado de un lado para otro, alguien
decide romper y alejarse ya están listas las telas de araña de los tinellis, de
los entretenedores, de los mediocres, dispuestos a atrapar a todos quienes
puedan. La finalidad igualmente se cumple, alejar a las personas del pensamiento
social, de la vida que quisieran vivir para dormirlos con el opio del
entretenimiento y de lo “divertido”.
Hoy alguien podría decir: la verdad no existe, solamente el
relato. Los hechos se convierten en cultura cuando son vistos e interpretados,
cuando son ingresados a la palabra, eso es cierto. Este proceso siempre,
indefectiblemente, implica la subjetividad, el punto de vista particular de
quien observa y relata, y con esto su ideología. Esto es construcción del
relato, la aceptación de que no se percibe directamente la realidad, las cosas
como son, sino que siempre son vistas con nuestra subjetividad e interpretadas
en base a nuestra experiencia y modo de pensar. Por eso un mismo hecho puede
pasar para algunos inadvertido, para otros ser indiferente, para otros tener un
significado importante. El hecho no cambia, lo que varía es nuestra inserción,
y como lo vamos relacionando con todas nuestras otras ideas y como vamos dando
una coherencia y sentido. Es este un proceso muy complejo que siempre hacemos
aunque no nos demos cuenta y que llamamos interpretación. O sea que cuando
narro, difundo un hecho, en realidad lo que hago es difundir mi interpretación
filtrada por mi ideología. Pero todo esto es algo muy diferente a usar la
palabra de manera conciente y premeditada para distorsionar y para manipular,
eso ya no es construcción del relato, sino simple mentira.
Si Bergoglio es el que mostraron unos u otros hoy no es el
tema sino como desde ambos lados intentaron manipular mis ideas, nuestras
ideas, y seguramente en más de un caso lo lograron. Antes de esto yo tenía ya mi
pensamiento al respecto formado y seguramente Ud. también, pero hay muchísimas
otras personas que quizá nunca reflexionaron al respecto, es a ellos a quienes está
dirigida esta maniobra, y el resultado es que sigan sin reflexionar, sigan
esperando recibir los datos ya masticados, ya pasado por el filtrado del poder.
Como les decía, los medios son parte del poder y desde él
hablan, y así como el poder no es uno, no unidad monolítica, no es homogéneo
sino que existen muchos actores que se disputan mutuamente el control, es
necesario que haya muchos medios para representar esta diversidad, pero repito,
todos ellos son parte del poder. Cada uno encarna un interés en particular, y
busca que la balanza de la mayoría del pueblo se incline hacia su lado. Es por
esto que vemos luchas entre unos y otros, acusaciones varias, las noticias de
unos son desmentidas por los otros, esta es la puja entre distintos factores de poder.
Hace muy poco encontré un blog que mostraba como se
manipulaba la información sobre todo la gráfica, especialmente cuando eran
publicadas fotografías, se podía ver cómo mientras en un medio salía una con
varias personas, en otro salía la misma situación, la misma foto, pero una de
las personas había sido borrada….A esto le llaman construcción del relato, lo
que no gusta, lo que puede caer mal o mostrar la verdad, es borrado, es
desaparecido.
El surgimiento de los medios alternativos fue y es una
salida para el pueblo, para aquellas ideas que no son permitidas por lo
establecido y que no tienen el poder suficiente como para salir en los medios
de gran peso. Por eso la importancia de que las comunidades, los grupos, tengan
la posibilidad de hacerse conocer y exponer públicamente sus ideas. Pero aún en
esto es necesario estar alerta porque muchas veces son lobos disfrazados de
ovejas, son simples repetidoras de los factores de poder más pesados, son
agencias de partidos políticos que desde su posición siguen buscando inocular
las ideas de los otros.
Otro tanto podemos decir de internet, una herramienta fuertísima
para encontrarse con la diversidad, con otros modos de pensar e interpretar los
hechos, capaces de hacernos pensar, entender de otra manera, unir cosas que
parecían separadas.
Lo positivo de todo esto es que nos ayuda a no dormirnos al
obligarnos a estar atentos, a no creer en un lado ni en el otro, a tener siempre
lista la sana desconfianza, a ejercitar la duda que abre caminos. Sospechemos
cuando alguien nos dice “la verdad”, porque la verdad seguirá siendo lo
imposible.
Dicen que el principal miedo de la humanidad es a la
libertad, al riesgo que implica trazar el propio camino porque eso significa ir
rompiendo, apartándonos de todos los demás, de nuestros referentes y también el
riesgo a no ser aceptados, a ser mirados de mal modo y hasta excluidos. Dejar
de ser niños que se esperanzan por la llegada de los reyes magos y asumir la
adultez de saber que “el cielo no es azul ni es cielo” es duro y difícil de afrontar. La tentación a
ser parte del rebaño es muy grande, porque el rebaño nos libera de nuestra
conciencia. Ser creyente es parte de este juego, creer que los medios nos dicen
lo que sucede, dejarnos guiar por ellos, es también claudicar nuestra
conciencia y depositarla en alguien, en otros, y esperar que nos conduzcan, que
nos digan qué pensar y hacia dónde ir, es seguir creyendo en los reyes magos o
en papás todopoderosos.
Termino con un poema de Alberto Arias que dice
Ya casi un ciudadano más
volví mis ojos hacia ella.
Y aunque no la vi —o nada vi—
alcancé a oír su verdad
profunda y vacía y negra:
—“Abandonad toda fe,
creencia y
superstición,
amos, dioses y
demonios.
Y conservad la
fuerza,
la esperanza
y la libertad.”
Mafalda. Quino |
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