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Posthumanos
Hoy voy a
comentarles acerca de un tema todavía no conocido pero que seguramente va a
tener mucho peso.
Hay una
serie de autores actuales que han creado una línea de pensamiento llamada “transhumanismo”.
Esta
corriente tiene mucho que ver con nuestra época, con las fantasías que nos
rodean y también con gran parte de la realidad.
Quizá
muchos de uds hayan leído aquel libro que fue escrito en 1932 y tiene por
título “Un mundo feliz” su autor fue
Aldous Huxley. En él se habla de una sociedad ideal en el
que todos sus habitantes son felices, sus cuerpos perfectos, y siempre jóvenes.
Para el logro de este objetivo se
utilizan todos los medios de la ciencia y la técnica y también las drogas. Aparece la dependencia a lo externo, al
consumo, pues los habitantes de este mundo feliz para ser también ellos felices,
deben recurrir necesariamente a una
droga sintética: el Soma.
El
transhumanismo tiene mucha relación con lo expresado en esa novela pues postula la superación del ser humano actual,
tanto en sus capacidades físicas como
psíquicas, para originar otra
humanidad muy superior a esta, la posthumana.
Todavía
es muy temprano para hacer un análisis de esta propuesta porque aún está en
pleno desarrollo, las corrientes
internas son varias y los problemas que van surgiendo no están suficientemente
delineados ni cuestionados en el propio pensamiento. De todos modos nos interesa bosquejarla
porque tiene relación directa con la ideología que a partir del capitalismo
neoliberal se impone: el individualismo, el racionalismo materialista que
prescinde de ideas tales como los valores y reduce la creación espiritual o los
sentimientos a simples efectos de la materia.
Apunta
a una concepción determinada de la naturaleza humana, la persona y de la dignidad.
Confirma
la idea de que el concepto de “dignidad” molesta porque es un tope a los
gobiernos, a los poderes y a la “libertad de mercado” para la que los negocios
son la prioridad y única justificación de la conducta humana.
Hablar
de transhumanismo no es solamente decir de una etapa superadora de “lo humano”,
sino de la constitución de un ser diferente. Es el camino hacia el logro de ese
ser tan diferente que solamente podrá ser definido como posthumano por aquellos
que obtengan esta posición, serán aquellos
que romperán con esta etapa del desarrollo que nosotros somos.
El
perfeccionamiento humano no pasa por la profundización moral, por lo
espiritual, por el conocimiento o el arte, por algún tipo de trascendencia, no
importa a qué llamemos con ese nombre. Para esta línea de pensamiento el
perfeccionamiento esta dado por las tecnologías aplicadas al cuerpo.
Uno
de sus impulsores, Nick Bostrom dice: ““un
movimiento cultural, intelectual y científico, que afirma el deber moral de
mejorar la capacidad física y cognitiva de la especie humana y de aplicar las
nuevas tecnologías al hombre, de manera que se puedan eliminar los aspectos no
deseados y no necesarios de la condición humana como el sufrimiento, la
enfermedad, el envejecimiento e incluso, el ser mortales”.
El
posthumano es concebido como un ser tanto “natural” como artificial, con vida superior a 500 años sin
deteriorarse, un cuerpo fabricado a medida, del que podrá hacerse copias, sus
capacidades cognitivas duplicarán las capacidades máximas de un ser humano
actual, tendrá el control de todos los estímulos sensoriales y no sufrirá a
nivel psicológico pues ejercerá un control emocional total, tendrán una
capacidad más grande para el placer, el amor, la apreciación del arte y la
serenidad; experimentarán estados de conciencia que el cerebro del humano
actual no puede siquiera sospechar.
Por
este motivo plantean la necesidad de desarrollar al máximo la investigación en
nuevas tecnologías y rechazan cualquier limitación o prohibición de su uso o
desarrollo. Sostienen el derecho moral de utilizar los métodos tecnológicos,
por parte de aquellos que los deseen, para potenciar las capacidades físicas e
intelectuales y para aumentar el nivel de control sobre su propia vida.
Algunos
de sus expositores dicen que ya estaríamos en el camino transhumano, o sea
dejando de ser humanos y dando pasos hacia la posthumanidad, en la medida en que intervenimos en nuestra
materialidad mediante los psicofármacos,
los medicamentos para mejorar el tono muscular, la ingeniería genética,
aplicaciones de la biónica (artefactos mecánicos que se integran en el cuerpo,
por ejemplo para sustituir un miembro amputado).
Nuestro
cuerpo hace años que es intervenido por la ciencia médica, por ejemplo mediante
operaciones y transplantes, pasando por
todas las cirugías estéticas, también
con incorporaciones como puede ser un corazón artificial, clavos en lesiones
óseas, plaquetas de metal y hasta lo más naturalizado como puede ser una dentadura
postiza o un implante. De lo que ahora se trata es llevar esto al máximo, y no
solamente para curar sino para optimizar en un proceso de reforma.
Esto
ya comenzará a cumplirse desde antes del nacimiento pues sostienen que cada
padre, cada madre, tienen el derecho a tener el mejor hijo posible o el que
ellos desean, para esto es ético recurrir a la manipulación genética, así hasta
se podrán obtener hijos por pedido. Y acá pido atención porque en este tren
sostienen la llamada eugenesia liberal que se aplica de dos maneras. La primera
es la eugenesia negativa: consiste en la eliminación de los embriones o fetos
que presenten alteraciones genéticas o malformaciones. Su fundamento es obtener
el mejor individuo capaz de alcanzar el mejor estándar de vida.
La
segunda, la eugenesia positiva que
consiste en la obtención del sujeto mejor logrado mediante la
modificación genética de los embriones humanos para crear “bebés de diseño”.
Algunos
van mucho más lejos y dicen que se tendrá que permitir el infanticidio, o sea
la eliminación de aquellos nacidos con algún tipo de alteración o enfermedad.
Para
estos autores la naturaleza humana está constituida por materia y la persona
por conexiones neuronales. De este modo, cuando seamos capaces de comprender
los procesos materiales podremos controlarlos y de esa manera modificar según
nuestra voluntad el funcionamiento cerebral, logrando así controlar a los seres
humanos. La manipulación de los procesos cerebrales permitirá una nueva
psicología libre de malos recuerdos, traumas, frustraciones, abierta a la
felicidad, incapaz de sentir dolor psíquico y libre de sentimientos negativos.
Y
acá otra nota que quiero resaltar, este proceso mental podrá ser escaneado,
captado, algo así como copiado en una memoria o un archivo y puesto en una
máquina. Esta máquina ahora tendrá todo un proceso mental, o sea que será
inteligente y tendrá todas las características de la persona por lo que
entonces se habrá convertido en una persona.
Un
punto importante es que el transhumanismo no hace diferenciación entre seres
humanos, inteligencias artificiales, animales o posibles seres extraterrestres.
Esto
es dable porque quien nació humano podrá tener incorporadas tantas partes de
máquina, tantos aparatos o estará tan conectado a máquinas que será difícil
decir si es algo artificial o natural, lo mismo pasará con el aparato que
contenga una personalidad, la mente de un humano. Imaginemos los anteojos
ideados por google, los google glass en los que al mismo tiempo que uno hace
sus tareas, puede darle un vistazo a la computadora y leer, por ejemplo, los
correos. Ahora imaginemos que estos anteojos, esta pantalla, ya no esta afuera
sino adentro del ojo. Algo así es lo que propone el posthumanismo.
Para
que todo esto pueda ser desarrollado es necesario eliminar el principio de
“dignidad”. Recordarán que en otra charla dijimos que la dignidad es aquello
que todas las personas sin excepción poseemos por el simple hecho de ser
humanos, que no es necesario hacer o dejar de hacer nada para ser dignos, y que
ella es la que nos hace iguales y merecedores de un trato respetuoso.
Ahora
si la idea es tomar fetos que no cumplan con los caprichos de los padres o
presenten alguna alteración, o niños y eliminarlos. Si lo que se pretende es la
manipulación genética, o considerar personas a determinadas máquinas, la
dignidad molesta porque entonces limita estas posibilidades, pone un freno moral,
por eso muchos de estos autores la consideran una idea vacía e inútil.
De
este modo también el concepto de igualdad deberá ser eliminado, ya no tendrá
sentido hablar de la igualdad de los derechos, si no hay un fundamento que nos
hace intrínsecamente iguales, si no es posible reconocer que todos y todas
tenemos un mismo valor independiente de cualquier condición.
Todo
esto me hace pensar que es una vuelta al
mito de la raza superior, nada más que ahora será mediante la tecnología. Las
diferencias se agudizarán porque serán pocos los que puedan acceder
económicamente a estos productos, así mientras algunos podrán llegar a la
posthumanidad el resto seguirá siendo
solamente humano. Me pueden decir que como su inteligencia será
maravillosamente superior habrán solucionado estas cuestiones, lo que no me
satisface porque una mayor inteligencia no significa necesariamente una mayor
capacidad moral o mayor empatía que permitan brindarse a los otros. Estamos
acostumbrados a ver que en muchos casos sucede lo opuesto, la inteligencia es
usada para someter y usar a los demás.
También
surgen cuestiones como ¿qué pasará si el cuerpo de alguien produce rechazo y no
puede ser implantado? O cuando alguien comience con fallas “en el sistema”, o
simplemente cuando alguna persona no quiera, no acepte ser implantada o
conectada a ningún aparato ¿también serán eliminados?
Quizá
todo esto nos parezca un delirio, pero no lo es tanto si pensamos en el mundo
que estamos creando, en el culto al cuerpo, que es muy distinto del cuidado de
la salud, en los aparatos que cada vez más nos rodean y se nos vuelven
imprescindibles.
Las
cosas serán personas y las personas cosas, se habrá cumplido el sueño
neoliberal de las personas objetos, mercaderías, desechables cuando han
cumplido su ciclo o tengan algún defecto o porque ya querremos otras
nuevas. Se habrá logrado eliminar a la
persona y dejar solamente el cuerpo, el cuerpo para usar y cambiar a gusto y
también para desechar si puedo ser transplantado a una computadora o un robot.
Será
otra humanidad, seguramente, pero no libre como dicen, porque sin dignidad no
hay libertad, sino esclavizada a las empresas que les venderán los aparatos y
conexiones, obedientes ovejas de la tecnología. Esclavizados por haber separado
cuerpo y persona, por creer que el cuerpo es un objeto que ocupamos y nada más,
al que se le puede hacer cualquier cosa porque al fin y al cabo es solamente
eso…..Infeliz herencia de las religiones que nos han hecho creer que puede
haber una mente, una persona, sin cuerpo, como si nuestra historia no hubiera
transcurrido en esta carne que somos.
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