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Tráfico de órganos
Hoy veremos
un tema del que muy poco se habla y que está en línea con los que venimos
desarrollando en este espacio.
Recordemos
que todo se relaciona con todo. Hace poco tiempo circuló alarma por la muerte
no esperada y de la que no se sabían motivos,
de abejas. Si las abejas bajan en
cantidad, ya no hablo del supuesto de si llegaran a desaparecer como especie,
la polinización se complicaría muchísimo lo que afectaría enormemente a las
plantas, esto a la alimentación de muchos animales, a los cultivos, y de este
modo a la alimentación humana. Esto
dicho demasiado rápidamente es para ejemplificar esta relación que aunque no
sea vista, existe.
Este tema
de hoy que es el tráfico de órganos tiene muy poca publicidad debido a que implica
a estamentos importantes y poderosos de la sociedad y porque, en última
instancia, cualquiera puede llegar a
necesitar un órgano.
Este
tráfico requiere una infraestructura considerable y costosa. Me estoy
refiriendo a sanatorios equipados con alta tecnología para transplantes,
equipos médicos especializados, si es necesario el traslado del órgano se
requiere de personas equipadas para eso y hasta aviones dispuestas para el
momento.
Se halla
dentro de lo que entendemos por trata de personas, la ley Argentina 26.842 en su inciso f) dice
expresamente:
“Cuando se promoviere, facilitare o comercializare la extracción
forzosa o ilegítima de órganos,
fluidos o tejidos humanos.”
Presten atención que no se habla
únicamente de órganos sino que incluye también fluidos por ejemplo sangre,
semen, saliva; y tejidos como puede ser el muscular, el nervioso, el epitelial. O sea que la ley protege mucho más que a los órganos.
En algunos casos el donante puede
continuar una vida normal, con los cuidados médicos necesarios, por ejemplo
cuando se trata de un riñón; en otros casos, como en el trasplante de corazón,
se requiere la muerte. En esta última situación hay un tiempo máximo en que el
órgano debe ser extraído del cuerpo para que pueda ser utilizado, excedido ese
tiempo ya no podrá ser transplantado. Por esto, como dije, se requiere de un
quirófano y personal especializado.
Cuando hablamos de tráfico ilegal de
órganos nos estamos refiriendo a una actividad criminal, penada por la ley y
esto es así para protección de las personas que pueden ser víctimas. En esto tampoco debemos ser ingenuos, cuando alguien paga para obtener un órgano
para trasplante en general no pregunta de quién proviene ni cómo fue obtenido.
Encargar un órgano desencadena una serie de resortes que terminan con los
captadores callejeros, los depredadores de siempre, aquellos ojos avizores que en hospitales y sanatorios están dispuestos
a reconocer a quien se halla vulnerable y caerle encima.
En algunos casos se aplica lisa y llanamente la violencia, la persona es
tomada y llevada al lugar dónde se efectuará la operación y sin que sea necesaria ninguna explicación,
se sigue adelante con el procedimiento.
Estamos hablando de centros especializados los que no tienen ninguna
dificultad para deshacerse de los restos. Sobre esto no es necesario aclarar demasiado,
enseguida nos damos cuenta que se trata de un delito, de algo grave, de un daño
a la persona que reconocemos como víctima.
En otros casos se procede a la
compra-venta, alguien que ofrece dinero y otro que a cambio entrega parte de su
cuerpo. Por la fuerte presencia de las
ideas capitalistas y el desmedro de la condición humana, esta inversión de
valores presente, quizá nos resulte
mucho más difícil entender que también estamos hablando de violencia y que
también hay víctimas.
Creo que no necesito aclarar demasiado
que estamos hablando de una cuestión de clases sociales, de aquellos enfermos
que tienen el dinero suficiente para poner en movimiento esta maquinaria y, del
otro lado, aquellas personas que en su desesperación, su falta de recursos
económicos para supervivir, aceptan la mutilación.
Si luego preguntamos a alguna de estas
personas nos dirán que lo aceptaron totalmente concientes, que fue por “propia
voluntad”, que fue una “elección”, que necesitaban el dinero, que son dueños de
su cuerpo y pueden hacer lo que quieran, que no hacen daño a nadie. Seguramente lo dicen convencidos porque no
ven que esa es la mentira, los psicólogos dirán negación, que les permite creer que tienen algún manejo de la
situación. No logran ver que fueron sus condiciones de vida, la vulneración
constante de sus derechos, la imposibilidad de desarrollarse sanamente lo que
los puso en situación de desventaja, los llevó a considerarse a sí mismos como
un objeto que puede ser desmantelado a cambio de dinero. No se les han dado herramientas para comprender que
en la pirámide ocupan el lugar de abajo y por eso sus decisiones ya se hallan
bajo presión, condicionadas fuertemente por su situación social. Seguramente para ellos las cosas son como
deben ser, por alguna razón desconocida
su dios los puso en ese lugar, aceptan que siempre hubo y habrá ricos y pobres,
quienes tienen dinero y quienes tienen
su cuerpo. Y quizá hasta se sientan
felices de haber sido elegidos y poder llegar a adquirir de ese modo algo que
desean.
Aquí surgen las voces del extremo
individualismo neoliberal que nos hablarán de la libertad de cada uno, que si
se trata de personas mayores de edad y sin que medie violencia se halla todo en
regla pues es un contrato entre adultos, que cada persona es dueña de su cuerpo
y por eso tiene derechos, que es un modo de empoderamiento de quien vende el órgano pues es el que mejor
puede negociar y obtiene el dinero para su uso propio, y otros argumentos
similares. Estos dichos todos son muy
apropiados, nos hacen pensar y cumplen
de ese modo su objetivo, ocultar que estamos ante una extrema violencia social,
en que no existe tal contrato porque no hay nada para negociar, el cuerpo, la
persona, no es negociable. Ocultan que se trata de un abuso de poder, del
dominio de una clase social sobre otra.
Como vemos son varios los vectores que en
los temas que desarrollamos se cruzan, el económico no es el menor y puede ser visto también en relación a los
valores, al lugar que ocupa la vida humana, a la salud considerada no solamente
como la falta de enfermedad sino como el acceso a una calidad de vida que
permita el desarrollo personal.
En todo esto vemos que la injusticia
social puede ser una proclama, una exigencia, pero sobre todo es una realidad diaria, que
tiene sus víctimas y sus pocos beneficiados.
La temática del tráfico de órganos es
parte de la trata de personas y por eso cualquiera se podrá dar cuenta que el
mecanismo y las justificaciones son las mismas que en las situaciones de prostitución.
En ambos casos es más que notorio que la
persona deja de ser considerada como tal para ser convertida en una simple
mercadería que podemos comprar o alquilar, ya sea entera o también por piezas.
Es nuevamente el sur del mundo el que provee de estos
“productos” a mercados clandestinos del
norte: estadounidenses, alemanes, suizos. Allí se puede obtener 102 mil euros
por un riñón, 150 mil euros por un hígado, 150 mil por un pulmón, 87 mil por
una cornea, 165 mil por la médula ósea, 150 mil por el corazón, 144 mil por un
páncreas y 10 mil por venas y arterias.
Obviamente las principales víctimas son sanas y sobre todo
niñas, niños y jóvenes.
Otro dato importante y que nos debe alertar es que ante el
descenso del tráfico de drogas pues
las sintéticas están desplazando
a las tradicionales, los cárteles ampliaron su comercio ilegal y ahora se dedican especialmente a la trata de personas-prostitución
y al tráfico de órganos.
Tal
magnitud ha tomado este delito que el mismo Vaticano tuvo que salir a
denunciar “el "constante
aumento" del tráfico de órganos de niños emigrantes o indocumentados entre
México y Estados Unidos así como en pleno Mediterráneo.” y “la organización humanitaria Save The Children
aseguró que un tercio de los menores que llegan ilegalmente a Italia por el
Mediterráneo desaparecen sin que se conozca su paradero.” *
Finalizo con unos renglones del periodista e investigador
Cesar Leo Marcus quien dijo:
“…en México están
apareciendo fosas clandestinas con cadáveres de niños y jóvenes infantes
mutilados sin sus órganos vitales, mientras los gobernantes siguen negando la
existencia de esta aberrante realidad, y como todos sabemos, el primer paso
para resolver un problema es reconocer que el problema existe...” **
* http://www.eltiempo.com/mundo/europa/vaticano-denuncio-el-trafico-de-organos-de-ninos-indocumentados/14164257
**http://www.laopinion.com/blogs-trafico-de-organos-inmigracion-infantil
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