domingo, 24 de agosto de 2014

120 - Tráfico de órganos

120
Tráfico de órganos


Hoy veremos un tema del que muy poco se habla y que está en línea con los que venimos desarrollando en este espacio.
Recordemos que todo se relaciona con todo. Hace poco tiempo circuló alarma por la muerte no esperada y de la que no se sabían motivos,  de  abejas. Si las abejas bajan en cantidad, ya no hablo del supuesto de si llegaran a desaparecer como especie, la polinización se complicaría muchísimo lo que afectaría enormemente a las plantas, esto a la alimentación de muchos animales, a los cultivos, y de este modo  a la alimentación humana. Esto dicho demasiado rápidamente es para ejemplificar esta relación que aunque no sea vista, existe.

Este tema de hoy que es el tráfico de órganos tiene muy poca publicidad debido a que implica a estamentos importantes y poderosos de la sociedad y porque, en última instancia, cualquiera puede llegar a  necesitar un órgano.
Este tráfico requiere una infraestructura considerable y costosa. Me estoy refiriendo a sanatorios equipados con alta tecnología para transplantes, equipos médicos especializados, si es necesario el traslado del órgano se requiere de personas equipadas para eso y hasta aviones dispuestas para el momento.
 
Autopsia. Paul Cézanne


Se halla dentro de lo que entendemos por trata de personas, la ley  Argentina 26.842 en su inciso f) dice expresamente:
Cuando se promoviere, facilitare o comercializare la extracción forzosa o ilegítima de órganos,
fluidos o tejidos humanos.”

Presten atención que no se habla únicamente de órganos sino que incluye también fluidos por ejemplo sangre, semen, saliva;  y tejidos  como puede ser  el muscular, el  nervioso, el epitelial. O sea que la ley  protege mucho más que a los órganos.

En algunos casos el donante puede continuar una vida normal, con los cuidados médicos necesarios, por ejemplo cuando se trata de un riñón; en otros casos, como en el trasplante de corazón, se requiere la muerte. En esta última situación hay un tiempo máximo en que el órgano debe ser extraído del cuerpo para que pueda ser utilizado, excedido ese tiempo  ya no podrá ser transplantado.  Por esto, como dije, se requiere de un quirófano y personal especializado.

Cuando hablamos de tráfico ilegal de órganos nos estamos refiriendo a una actividad criminal, penada por la ley y esto es así para protección de las personas que pueden ser víctimas.  En esto tampoco debemos ser ingenuos,  cuando alguien paga para obtener un órgano para trasplante en general no pregunta de quién proviene ni cómo fue obtenido. Encargar un órgano desencadena una serie de resortes que terminan con los captadores callejeros, los depredadores de siempre, aquellos ojos avizores  que en hospitales y sanatorios están dispuestos a reconocer a quien se halla vulnerable y caerle encima.
En algunos casos se aplica  lisa y llanamente la violencia, la persona es tomada y llevada al lugar dónde se efectuará la operación  y sin que sea necesaria ninguna explicación, se sigue adelante con el procedimiento.  Estamos hablando de centros especializados los que no tienen ninguna dificultad para deshacerse de los restos.  Sobre esto no es necesario aclarar demasiado, enseguida nos damos cuenta que se trata de un delito, de algo grave, de un daño a la persona que reconocemos como víctima.

En otros casos se procede a la compra-venta, alguien que ofrece dinero y otro que a cambio entrega parte de su cuerpo.  Por la fuerte presencia de las ideas capitalistas y el desmedro de la condición humana, esta inversión de valores presente,  quizá nos resulte mucho más difícil entender que también estamos hablando de violencia y que también hay víctimas.
Creo que no necesito aclarar demasiado que estamos hablando de una cuestión de clases sociales, de aquellos enfermos que tienen el dinero suficiente para poner en movimiento esta maquinaria y, del otro lado, aquellas personas que en su desesperación, su falta de recursos económicos para supervivir, aceptan la mutilación.




Si luego preguntamos a alguna de estas personas nos dirán que lo aceptaron totalmente concientes, que fue por “propia voluntad”, que fue una “elección”, que necesitaban el dinero, que son dueños de su cuerpo y pueden hacer lo que quieran, que no hacen daño a nadie.  Seguramente lo dicen convencidos porque no ven que esa es la mentira, los psicólogos dirán negación, que les permite  creer que tienen algún manejo de la situación. No logran ver que fueron sus condiciones de vida, la vulneración constante de sus derechos, la imposibilidad de desarrollarse sanamente lo que los puso en situación de desventaja, los llevó a considerarse a sí mismos como un objeto que puede ser desmantelado a cambio de dinero. No  se les han dado herramientas para comprender que en la pirámide ocupan el lugar de abajo y por eso sus decisiones ya se hallan bajo presión, condicionadas fuertemente por su situación social.  Seguramente para ellos las cosas son como deben ser,  por alguna razón desconocida su dios los puso en ese lugar, aceptan que siempre hubo y habrá ricos y pobres, quienes tienen dinero y  quienes tienen su cuerpo.  Y quizá hasta se sientan felices de haber sido elegidos y poder llegar a adquirir de ese modo algo que desean.
Aquí surgen las voces del extremo individualismo neoliberal que nos hablarán de la libertad de cada uno, que si se trata de personas mayores de edad y sin que medie violencia se halla todo en regla pues es un contrato entre adultos, que cada persona es dueña de su cuerpo y por eso tiene derechos, que es un modo de empoderamiento  de quien vende el órgano pues es el que mejor puede negociar y obtiene el dinero para su uso propio, y otros argumentos similares.  Estos dichos todos son muy apropiados, nos hacen pensar y  cumplen de ese modo su objetivo, ocultar que estamos ante una extrema violencia social, en que no existe tal contrato porque no hay nada para negociar, el cuerpo, la persona, no es negociable. Ocultan que se trata de un abuso de poder, del dominio de una clase social sobre otra.



Como vemos son varios los vectores que en los temas que desarrollamos se cruzan, el económico no es el menor  y puede ser visto también en relación a los valores, al lugar que ocupa la vida humana, a la salud considerada no solamente como la falta de enfermedad sino como el acceso a una calidad de vida que permita el desarrollo personal.
En todo esto vemos que la injusticia social puede ser una proclama, una exigencia,  pero sobre todo es una realidad diaria, que tiene sus víctimas y sus pocos beneficiados.

La temática del tráfico de órganos es parte de la trata de personas y por eso cualquiera se podrá dar cuenta que el mecanismo y las justificaciones son las mismas que en las situaciones de prostitución.  En ambos casos es más que notorio que la persona deja de ser considerada como tal para ser convertida en una simple mercadería que podemos comprar o  alquilar, ya sea  entera o también por piezas.  




Es nuevamente el sur del mundo el que provee de estos “productos”  a mercados clandestinos del norte: estadounidenses, alemanes, suizos. Allí se puede obtener 102 mil euros por un riñón, 150 mil euros por un hígado, 150 mil por un pulmón, 87 mil por una cornea, 165 mil por la médula ósea, 150 mil por el corazón, 144 mil por un páncreas y 10 mil por venas y arterias.



Obviamente las principales víctimas son sanas y sobre todo niñas, niños y jóvenes.




Otro dato importante y que nos debe alertar es que ante el descenso del tráfico de drogas pues  las  sintéticas están desplazando a las tradicionales, los cárteles ampliaron su comercio ilegal y ahora se  dedican especialmente a la trata de personas-prostitución y al tráfico de órganos.

Tal magnitud ha tomado este delito que el mismo Vaticano tuvo que salir a denunciar  el "constante aumento" del tráfico de órganos de niños emigrantes o indocumentados entre México y Estados Unidos así como en pleno Mediterráneo.”  y  “la organización humanitaria Save The Children aseguró que un tercio de los menores que llegan ilegalmente a Italia por el Mediterráneo desaparecen sin que se conozca su paradero.”  *

Finalizo con unos renglones del periodista e investigador Cesar Leo Marcus quien dijo:
“…en México están apareciendo fosas clandestinas con cadáveres de niños y jóvenes infantes mutilados sin sus órganos vitales, mientras los gobernantes siguen negando la existencia de esta aberrante realidad, y como todos sabemos, el primer paso para resolver un problema es reconocer que el problema existe...” **




* http://www.eltiempo.com/mundo/europa/vaticano-denuncio-el-trafico-de-organos-de-ninos-indocumentados/14164257

**http://www.laopinion.com/blogs-trafico-de-organos-inmigracion-infantil


 La mayoría de las IMAGENES han sido tomadas desde la web, si algún autor no está de acuerdo en que aparezcan por favor enviar un correo a  alberto.b.ilieff@gmail.com y serán retiradas inmediatamente. Muchas gracias por la comprensión.

Se puede disponer de las notas publicadas siempre y cuando se cite al autor/a y la fuente.


domingo, 17 de agosto de 2014

119 - Palestina

119
Palestina

Las noticias escritas, habladas, virtuales, llenan los espacios con un arrastre que suena a cansancio. No es posible hablar de la muerte, las palabras ante ella se muestran vapor volviendo a la sonoridad vacía que fue su origen.
Palestina queda en la historia como la fuerza por la vida, ella es vida, es lo opuesto a la muerte que la tiene cercada, por ello puede y debe ser nombrada.

Ella no es únicamente aquella pequeña fracción de tierra, es también el espejo que nos refleja, que muestra a este mundo que hemos sabido o no sabido construir.





Las condiciones de vida y también de intento de matar al pueblo palestino es el recordatorio de la
profunda marea de destrucción que recorre la tierra . Más que ser algo local, en el distante Medio Oriente, es global, muestra el dominio de unos, el sometimiento vergonzoso de otros, el desentendimiento de muchos.
Demuestra que la construcción de la paz interesa a pocos  y que los Derechos Humanos son más declarados que cumplidos.

Cabe preguntarse ¿dónde están los estados democráticos que dicen defender la libertad y estar basados en el poder del pueblo?
Cabe preguntarse también ¿dónde están los mecanismos internacionales tan prontos a crear y justificar guerras pero tan incapaces de detenerlas?

¿Para qué sostener un aparato gigantesco como las Naciones Unidas que demuestran ser totalmente ineficaces?
Quizá sea injusto en esto, quizá la ONU cumpla adecuadamente el cometido de sostener y justificar las políticas violentas, de enmascarar con nombres y declaraciones lo que las palabras no pueden decir porque tendrían que poner en la voz  acerca de la muerte, de la destrucción, del dolor, de la injusticia.




Cuántas hipócritas declaraciones acerca de la paz, del diálogo, del entendimiento son escupidas al viento para que no sean escuchadas las explosiones, vistos los misiles o los cadáveres de los niños.

No creo que sea posible llamar conflicto armado o guerra  cuando de un lado hay más de 1.600 muertos y alrededor de 9.000 heridos, la mayoría civiles, y del otro han muerto unas 70 personas, la enorme desproporción habla por sí misma. ¿dónde está la tan mentada peligrosidad de los palestinos? ¿cuál es su poder de fuego que pone en peligro a un estado protegido y abastecido por la potencia imperial? ¿o se trata de una evidente mentira como fueron las supuestas armas químicas de Irak?
Esta enorme diferencia  grita la injusticia que no se quiere nombrar.

Escuelas, hospitales, barrios enteros destruidos. Dirán que son errores, daños colaterales, o seguirán como si nada, como si esa destrucción nada significara.
Si escucho atronar a la diputada israelí Ayelet Shaked al decir que hay que asesinar a todas las madres palestinas porque dan a luz a “pequeñas serpientes” “Tienen que morir y sus casas tienen que ser demolidas. Son nuestros enemigos y nuestras manos deberían estar manchadas de su sangre. Esto se aplica igual a las madres de los terroristas fallecidos.” queda mucho más claro que se trata de un genocidio.

Tendría que escribirlo así, con mayúsculas, GENOCIDIO, porque pareciera que el mundo no se ha enterado, que esta sordo y ciego aunque la masacre puede ser vista y escuchada por televisión.

Hay quienes hablan de las causas, de las razones, de los motivos económicos, religiosos, sociales como si alguno de ellos o todos juntos, justificaran el asesinato de un pueblo indefenso. Y aunque algunos  medios pregonen otra cosa, se trata del pueblo palestino indefenso porque las adhesiones de algunos países o las protestas o marchas no sirven para que ellos se escuden de los misiles y porque toda su sangre caída así lo testimonia.


Palestina
Ricardo Luis Plaul
(Desde Buenos Aires, Argentina. Especial para Argenpress Cultural)

Corceles de fuego y odio
cabalgan las noches infinitas de dolor.
Poderosos demonios juegan a orillas
del absurdo. Un olor nauseabundo alimenta
la locura, aceita sus armas.
Ni los nuevos dioses, ni los antiguos,
se conmovieron en el trono del espanto,
la vida echaba raíces en otros lares.
El cielo era tan sólo una avenida de la muerte.
¿Quiénes escuchan con el corazón acorazado?
Lagañas de dinero supuran en sus ojos.
Hay un dolor antiguo en las entrañas del mundo,
las máscaras imperiales encubren su crimen.
Un espiral de buitres sobrevuelan los restos del festín.
Las palabras sangran en la mesa de las negociaciones.
Cada familia que cae abulta en sus bolsillos mercenarios.
¿En qué torre duerme la conciencia aletargada?
La Paz esconde su vergüenza, salones suntuosos acunan su muerte,
En tus ojos - niños llora la Justicia,
antes de cegarse para siempre.


Palestina también son los africanos, más de mil muertos en poco tiempo por el ébola, otros que no interesan, otros que son tratados como sobrantes humanos por las potencias. Son esos mismos que caen rendidos por el hambre, las mujeres violadas que van errantes por la tierra, es aquella fotografía del buitre esperando el fin del niño, también son esos que quedan por siempre en el mar al que se lanzaron en busca de una marea que los alejara  de la violencia constante y de la muerte.

Los europeos del este o los latinoamericanos tratados como castas inferiores, como aquellos que están para servir o para la criminalidad, otros no queridos, otros sobrantes, porque no son ellos los que interesan sino sus tierras, su comida, su petróleo, sus aguas y montañas.

Palestina es el mundo dividido entre los poderosos. Es la muerte, igual que genocidio acá también tendría que gritar la palabra, escribirla con mayúsculas: LA MUERTE, para que sea oída, leída, vista.

Sombras oscuras recorren los cielos, los ojos se opacan, la luz pierde fuerza porque hemos entregado nuestro poder a quienes nos dañan, armamos pastores cuando no somos rebaño ni los necesitamos, nosotros mismos pagamos las armas con las que nos apuntarán, votamos a quienes sabemos nos engañan, a los que secuestran la verdad, a los que siembran metralla.

Palestina es un punto en el globo terráqueo, y si no es allí se llamará de otra manera, tendrá otras latitudes y longitudes, los pueblos hambreados, la tierra explotada, las democracias mentidas, los bosques cortados, el engaño en las casas de gobiernos.
No debemos dejar que duerman tranquilos.
El viento que arrebatan los fantasmas sin descanso de Hiroshima y Nagasaki, de los secuestrados y desaparecidos por las dictaduras, el silencio de los que no tienen voz ni ojos, están de nuestro lado.

Despertemos que todavía es tiempo.

Esa es la llamada “tierra santa” a la que miles peregrinan buscando lo que tienen en su pecho, en su casa, en su vecino, porque solamente el humano es sagrado, fuera de él no hay nada. Esa llamada “tierra santa” revela lo que esos dioses son capaces de anidar.  Muestra como una raza o un pueblo o aunque sea un solo hombre, o mujer,  que se titule “elegido” puede provocar.

Todavía podemos entender que así como construimos este sistema de cosas, como lo seguimos manteniendo, así también está en nuestra capacidad cambiarlo, hacer otro en que los humanos seamos el centro, no un medio o un número más.
Una tierra en que los genocidas, los asesinos, los torturadores, los codiciosos, los impotentes desesperados por poder, ya no tengan posibilidad de ser.







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viernes, 15 de agosto de 2014

118 - Sólo se trata de comercio

118
Sólo se trata de comercio

El romanticismo es un movimiento cultural y político originado a finales del siglo 18  que dio prioridad a los sentimientos.
Se caracterizó por una importante valoración de lo personal, lo subjetivo y del individualismo como absoluto, hace un culto de la personalidad, del yo ante lo general o universal.
Sus héroes y heroínas son rebeldes que luchan por su libertad, son los que se oponen a la autoridad y transgreden las leyes para alcanzar esa libertad y el amor,  los espacios en que se mueven no son los luminosos sino los nocturnos, sórdidos, marginales.
Es el que también da cabida a lo exótico y extravagante.
Es un estilo en que se resalta lo instintivo, lo pasional y sentimental, lo irracional, lo subjetivo en contraposición a todo lo racional. De ahí su prédica a favor del sexo libre.
Una nota también característica fue el idealismo extremo que lo apartaba de la realidad, la que era considerada miserable y materialista, de ahí que el tema de la muerte, los suicidios, la enfermedad, lejos de ser rechazados eran buscados o anhelados. Es parte de este idealismo la creación del amor romántico, excelso, puro, alejado de todo deseo carnal, el papel de la mujer como devota esposa, abnegada madre, entregada en alma al hombre, la imagen caballeresca del príncipe azul que llevará a su Dulcinea a un bello mundo de amor, es el héroe cruzado movido por un alto ideal que se reviste de epopeya. Se buscaba embellecer, sublimar, adornar la realidad para quitar de ella lo sórdido, rutinario y convencional.

Esta introducción no es para hablar de arte, sino para ubicarnos en un discurso actual que busca confundirnos, que se reviste de términos y características románticas para ocultarnos la realidad.

Por todo el mundo, y esto no es una metáfora, estos grupos de los que voy a hablar se hallan en todos los continentes con un discurso casi idéntico, acceden a medios de difusión, a políticos partidarios, a funcionarios y a ongs, gracias a su enorme poder económico. Se trata de los grupos de tratantes de personas y proxenetas, que tal es su poder económico que crean organizaciones no gubernamentales, ponen dinero para una supuesta lucha contra el HIV, crean asociaciones de mujeres en prostitución, tienen permanente llegada a legisladores y funcionarios gubernamentales.  Ellos revisten a la prostitución con todas las galas que el romanticismo les presta,  convierten a quienes ejercen esta actividad en una especie de heroínas transgresoras que luchan por su libertad y derechos. Personas que son víctimas de una sociedad injusta e hipócrita. Nos hablan de una sexualidad libre, desprejuiciada, casi se podría decir generosa.
Mantienen un doble discurso que tanto las muestra como transgresoras, como denunciantes de la doble moral, como las que se enfrentan a la “moralina”,  y al mismo tiempo como deseosas de integrarse a esa sociedad que señalan, de ser reconocidas por esa moral hipócrita. En este sentido apunta frases tales como: mi cuerpo es mío, tenemos derechos, es nuestra elección, elegimos, lo hacemos por propia voluntad.

Lo irracional del romanticismo se hace evidente en el discurso en un eslogan a modo de título identificatorio, que resulta ser un oximorón, esas frases que  unen dos términos opuestos entre sí como por ejemplo “la luz oscura”, “pureza sucia”, y en nuestro caso se trata del título: trabajadora sexual.
El sexo en sí mismo es libertad, es un deseo que no obedece a nuestro ego, a nuestras razones, que no sabe de conveniencias ni de intereses, tampoco hace caso a momentos y lugares oportunos. Como todo deseo tiene su propia lógica, no es ciego ni indiferente a la realidad, es sensible, por esto elige, no cualquiera lo satisface, es cambiante, aquello que ayer busqué quizá hoy no me satisfaga.  Es el juego librado a sí mismo que busca el placer. Sexo y placer no podemos separarlos, son la piel encendida y el calor brotado que se solaza con su propia agitación. No puede ser compelido ni obligado porque es energía, sangre, potencia, arrebato. Por eso los antiguos para graficarlo no encontraron mejor manera que convertirlo en dioses: Eros, Afrodita y el juguetón Cupido.


Psique reanimada por el beso del Amor. Antonio Canova

El beso. Auguste Rodin



Por otro lado tenemos al trabajo, que podemos caracterizarlo como  la ejecución de tareas que implican un esfuerzo físico o mental y que tienen como objetivo la producción de bienes y servicios para atender las necesidades humanas.  Todos sabemos de qué hablamos, lo decimos contantemente: me dio trabajo, fue un trabajo enorme, cuesta trabajo y otras similares. Ahí no es el placer lo que se busca, aunque en algunos casos algunas personas puedan unir la obtención de bienes con el placer. El trabajo, y sobre todo en nuestra sociedad estandarizada, obedece a reglas, tiene momentos y oportunidades y tiene un método. No se agota en sí mismo porque su objetivo es la producción.  Mientras el sexo fue convertido en un dios, el trabajo es una maldición divina. Se dice que cuando los primeros humanos Eva y Adán “pecaron”, entre otras cosas, dios los condenó a tener que trabajar para comer, para subsistir.
 
Canto al Trabajo. Rogelio Yrurtia
Trabajo y placer obedecen a dos lógicas muy diferentes, hasta podríamos decir antagónicas. Reglamentar la sexualidad, imponerle cuotas, horarios, precios es convertirla en un objeto más entre otros tantos, en definitiva es matarla. De lograrse esto se habría obtenido el sueño del industrialismo capitalista y de la  moral religiosa: sería el sometimiento del sentir, de la vibración, de la excitación, en otras palabras, de la persona.

Por esto hablar de “trabajadora/o sexual” es plantear un imposible, es declarar una mentira, porque si es trabajo carece de sexualidad, si es sexo nunca puede ser trabajo.




The Economist es una publicación semanal británica dedicada a las relaciones internacionales y la economía. El 80% de sus ventas se producen fuera de Inglaterra, lo que no deja de ser un indicador. Cuenta con una Unidad de Inteligencia que publica informes de situación política y económica de distintos países, en especial del tercer mundo, destinados a los inversores extranjeros.
  Esta considerada una publicación liberal, tanto en lo económico como en lo político y las costumbres. Favorece el libre comercio, la propiedad privada, la libertad de prensa, las libertades políticas, la democracia de partidos, y la no intervención de los gobiernos respecto a los individuos y la empresa privada. Con esta caracterización quiero mostrar que no se trata de una publicación de “izquierda”, que apoye a movimientos contestatarios o transgresores, todo lo contrario, su finalidad es robustecer y sostener el ideario neoliberal. *

La traigo a colación porque es precisamente The Economist quien viene a romper con el disfraz de libertad y derechos con que el proxenetismo  tapa a la prostitución. Es ella la que expresa sin tapujos  lo que no se quiere mostrar, dado que está dirigida a un público determinado que son los poderosos que manejan políticas y economías de los países y deben decidir sus inversiones.

El artículo que les citaré habla de la prostitución en internet y concluye que entre las muchas facetas de la prostitución, hay una que no es ni victimización ni violencia, sino puro negocio, una simple compra-venta de servicios.
Asegura que internet hará aún más libre ese mercado al independizarlo  del control del proxenetismo y favorecer la empresa individual, los sitios especializados permitirán un intercambio y evaluación de oferta y demanda.



Aboga porque los gobiernos se alejen del tema. Según esta publicación pretender abolir la prostitución o controlarla es una tarea inútil que los distrae de terminar con la trata de personas y la prostitución infantil. Los gobiernos deberían dedicarse a desalentar y castigar esos crímenes y dejar que los adultos que dan su consentimiento sexual lo negocien en forma segura y privada.

Esta nota periodística no niega la realidad prostituyente, reconoce la victimización y  la  violencia,  la marginalidad de las víctimas. Tampoco oculta lo negativo que resulta el turismo sexual y cita expresamente a dos países que son siempre puestos como ejemplo reglamentarista: Alemania y Holanda.
Aún aceptando esto, considera que existe una prostitución sin violencia y conveniente que es la alejada de proxenetas y madamas, un mito que se impone de la mano del neoliberalismo, la del cuetapropismo y que en nuestro medio quiere adquirir una forma de cooperativa.




Lo importante y que quiero mostrar es que ni una sola vez se nombra la palabra “derechos”, ni “sexualidad” “ni cuerpo” y si se habla de libertad es la del mercado, la del comercio. Rompe con el mito romántico de la prostitución como un asunto de derechos, de sexualidad o libertad y la muestra como lo que es, una forma de compra-venta.


*Ver una descripción más completa en







jueves, 7 de agosto de 2014

117 - Teoría del shock

117
Teoría del shock

Hoy vamos a hablar de la teoría del shock. Esta sencillamente dice que los desastres naturales o de otro tipo pueden ser usados por los gobiernos para crear conmoción social o aprovechar la que espontáneamente surge, para aplicar medidas que van  contra del bienestar general. Algunos agregan que estos desastres no necesariamente necesitan ocurrir espontáneamente sino que muchos gobiernos los crean. Dentro de estos últimos podemos contar las provocaciones que buscan una respuesta de ataque o los autoatentados. Estos acontecimientos generan en la población  y sobre todo cuando esta desinformada, una sensación de inseguridad y temor que la lleva a centrarse en el tema de qué se trate, desentendiéndose momentáneamente de otras problemáticas.

Esta situación es utilizada por los gobiernos para la aplicación de determinadas medidas, sobre todo económicas, que no mejoran la situación de la población general sino que, al contrario, la empeoran, con el pretexto de los desastres, haciendo ver  el malestar en  aplicarlas pero que no queda otro camino. De ese modo, de un momento a otro son convertidas en ley. Lo llamativo es que estas mismas medidas son las que han provocado y siguen causando las grandes crisis económicas o los mismos desastres que dicen evitar.

La conmoción social lograda mediante un conflicto internacional, o un supuesto acto terrorista, o una crisis
económica, una epidemia, huelgas, por poner unos pocos ejemplos, son suficientes para que los gobiernos como “solución” inmediatamente recurran al repertorio de medidas neoliberales, favorecedoras del mercado y de un pequeño grupo de empresas, empresarios y funcionarios gubernamentales.

No es apresurado unir este mecanismo de control social con aquello que llamamos democracia. Es claro que la técnica de shock es una forma de manipulación que busca el sometimiento al dejar sin resistencia a la población que es damnificada con las medidas que toman. Desde este punto de vista es lo más alejado de una acción de fortalecimiento democrática. Un claro ejemplo fue Latinoamérica en los años 70 cuando las intervenciones militares de derecha acabaron con muchos gobiernos elegidos por el pueblo, implantaron dictaduras que impusieron el neoliberalismo económico. Los derechos que habían sido adquiridos, por ejemplo los laborales, a la libre expresión, y otros, fueron anulados. El shock representa la imposición a la mayoría de mecanismos  que benefician a unos pocos, que concentran aún más la riqueza y dejan a la población en estado de mayor vulnerabilidad. Todo esto unido al temor e incertidumbre que se causa; para cuando la gente reaccione ya estas medidas estarán afirmadas y casi sin posibilidad de vuelta atrás.

Al mismo efecto tiende la creación de fantasmas enemigos, hemos conocido varios de ellos: los rusos, los comunistas, el peligro “amarillo”, los árabes, el terrorismo, el mundo financiero, los antipatria, y otros. Aquí la cuestión no es negar su existencia, seguro que toda sociedad tiene amigos y enemigos, grupos atentos a obtener ganancia a cualquier costo, lo que quiero remarcar es que estos grupos son usados y agitados en momentos determinados para provocar aquellos sentimientos en la gente que llevarán mejor al resultado querido, que en estos casos, es la profundización de la economía depredadora o para ocultar la corrupción que es la otra cara de la depredación. Si en un espacio cerrado alguien grita ¡fuego! la resultante será un estado de confusión general, de entrada en pánico, que hará que la gente  se movilice de manera incoordinada y muchas veces contra su propia seguridad. Supongamos que no existe tal fuego sino que la alarma fue provocada para que en el desconcierto un grupo de ladrones provechara el desorden para robar la caja del  comercio, este cuadro será similar a lo que busco describir.
Si nos paramos en una esquina mirando fijamente al cielo, al rato tendremos alrededor a algunas otras personas haciendo lo mismo, los fantasmas  elevados desde los gobiernos suelen ser eso, nos hacen dirigir la atención a un lugar difuso, sin un rostro preciso, o si lo tiene, tan alejado de nuestra experiencia que igualmente se torna fantasioso.



Recordemos como otro ejemplo aquella  mentira acerca de las armas químicas de Irak con las que nos dijeron, estarían dispuestos a destruir Europa y si pudieran al mundo, mentira con la  que se justificó su ataque e invasión para luego, imponer el neoliberalismo económico sostenido por empresas la mayoría de origen o gerenciamiento occidental.

Me impresionó tan vivamente esto que les contaré, sucedido en el 2001, en plena crisis, que hasta hoy lo recuerdo con fidelidad. Estaban ocurriendo los saqueos muy lejos del barrio en que vivo. Era una zona bastante tranquila y alejada de la conflictividad. Las calles desiertas, pasa un hombre vendedor de plumeros con su mercancía a cuestas y viendo a un vecino en la puerta le dice que tenga cuidado, que se encierre, porque venían desde las villas a saquear las casas. Dijo esto y siguió su camino. De más está decir que nunca vinieron los mentados malones y la calle siguió tan tranquila como entonces. Siempre me pregunté: si el peligro era real ¿qué hacía este señor caminando vendiendo plumeros? ¿por qué él no se había refugiado? Seguramente esta es otra de las formas de provocar shock.

El ideólogo neoliberal Milton Friedman lo decía con claridad:
 “Solo una crisis -real o percibida- da lugar a un cambio verdadero. Cuando esa crisis tiene lugar, las acciones que se llevan a cabo dependen de las ideas que flotan en el ambiente. Creo que ésa ha de ser nuestra función básica: desarrollar alternativas a las políticas existentes, para mantenerlas vivas y activas hasta que lo políticamente imposible se vuelva políticamente inevitable”. 


Creo que aquí está la clave, al decir de Friedman: “que lo políticamente imposible se vuelva políticamente inevitable”   Lo que posibilita que esto suceda no es un hecho mágico, no existen conjuros para este logro, sino que se apela a los métodos que se tienen a mano, y en general se reiteran, para la manipulación social.  Es obvio que todo esto no podría lograrse sin la necesaria participación de los medios de comunicación masiva porque ellos son proveedores e indicadores de ideas, son los que sostienen simbólicamente la ideología gobernante y la propagan como si fuera una verdad indiscutible. Son ellos los que mediante noticias, encabezados, interpretaciones de causas y efectos, búsqueda de culpables, reportajes y hasta humoradas van inoculando las ideas que luego orientarán el cambio o sostendrán el status quo  según los poderosos quieran. Recordemos como en los años 90 su papel fue fundamental para la profundización de las políticas neoliberales o en la actualidad para justificar invasiones a países, guerras, genocidios, o encubrir epidemias, hambre, desastres humanitarios. Pese a lo que siempre se dice, los medios no están para informar, para aportar datos con los cuales cada uno de nosotros elaborará su propia idea acerca de un hecho,  sino para darnos en bandeja lo que el poder quiere que tengamos en cuenta. Esto no se restringe únicamente a los sistemas totalitarios, se halla presente en cualquiera porque ellos son la voz del poder, de la superestructura que da un andamiaje simbólico que sostiene y justifica determinadas acciones. Incluso puede algún medio  jugar a oponerse a un sector del poder, y eso es así,  y no debe confundirnos, porque está representando a otro.



Recuerdo algo que en estas columnas reitero, las palabras tienen una especie de magia, son capaces de crear mundos, como ellas mismas son ilusión, son sonidos cargados de significado pero en esencia tan vacíos como el ruido de un tren o el que hace el agua al correr, tienen esa capacidad de dar forma en nuestras mentes a otras tantas ilusiones que podrán cautivarnos y como el flautista de Hamelín llevarnos hacia dónde quieren que vayamos.

La teoría del shock nos cuenta esto, cómo se nos mantiene en estado de preocupación, en estado es estrés, llevando nuestra atención a un problema o cuestión que tanto puede ser real como creada o exagerada y que los medios propagarán  para que no nos demos cuenta de aquello que en realidad se está haciendo. Puede ser un terremoto, la delincuencia, una epidemia, los homicidios, la huelga de maestros, la vida “secreta” de un mediático, o el mundial de fútbol o de lo que fuere, o incluso una crisis económica, todo puede ser usado mientras las tierras son vendidas, la minería a cielo abierto, los productos transgénicos, los agrotóxicos, la corrupción y los corruptos, la exclusión de los pueblos originarios, el narcotráfico, siguen muy tranquilos haciendo su rentable negocio.



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