martes, 19 de marzo de 2013

49 - Reiteraciones



49
Reiteraciones

Quienes me siguen en estas notas ya habrán descubierto que me repito, que en el fondo la misma temática aparece una y otra vez.  La mayoría de las veces sucede desde mi interior, sin premeditación, otras, como esta, surge de manera claramente conciente.
El tema para estas columnas puedo decir que aparece, no es pensado, porque soy coherente entre lo que aquí les digo y como van surgiendo estas charlas. Ellas no son producto de un programa o un pensamiento acerca de la conveniencia o de la situación, sino del momento, cuando de pronto me digo, quiero hablar de esto, y al irlo desarrollando también aparece entonces la música.
En lo que digo que me repito es de las distintas formas de la violencia, es de eso de lo que hablo desde distintos ángulos, desde la social hasta la individual, incluso aquella que está dentro de nuestra cabeza como puede ser la culpa.  Pero no me repito, permítanme rectificarme, no me repito es la sociedad la que cada día da nuevos motivos y ejemplos.
Además, creo realmente que es necesario hablar una y mil veces de todo esto hasta que se nos haga claro, hasta que veamos a nuestra propia violencia en juego, esa que no creíamos tener, hasta que entendamos que es necesario ponerle realmente un tope construyendo en lugar de destruir, poniendo solidaridad, comprensión, aceptación donde ahora hay rechazo y violencia.



Hace muy poco leí una noticia proveniente de Estados Unidos que dice que para incentivar la venta de armas para practicar tiro al blanco, las empresas están repartiendo gratuitamente armas y municiones a jóvenes y solicitando a los estados que levanten las prohibiciones que no permiten la caza deportiva a los niños. Para esto entregan un rifle estilo militar a los que llaman “tiradores juniors”. La propuesta abarca financiar, como de costumbre, a ongs para hacer este trabajo. Las empresas no podrían hacer su tarea  de promoción por sí mismas porque quedarían en evidencia, para eso están  ongs siempre listas mientras reciban dinero.
Estas empresas también preparan videojuegos de tiro al blanco o de caza, la idea es que los niños se entretengan disparando a lo que sea, que le pierdan temor a las armas y en su mente quede fijada la muerte como parte de la diversión. Si prestamos atención a muchos de los juegos en video para niños nos sorprenderemos de la violencia, la desmesura de sangre que salpica la pantalla, partes corporales diseminadas, y todo para pasar un buen momento.

Ahora otra noticia del mismo país,  Estados Unidos,  que el periódico tituló como “El plan de dos niños de 10 y 11 años para matar a siete compañeros de clase en Washington”.
Ambos niños planearon matar a una compañera de clase porque era “grosera y molesta” según dijeron.
“Sí, sólo quiero verla muerta”, dijo uno de los chicos a las autoridades.
El menor había tenido “una breve relación de noviazgo” con la chica, dijo a las autoridades “es grosera y siempre se burló de mí y de mis amigos”.
El plan consistía en que el de 11 años apuñalaría a la joven fuera de la escuela, mientras que el de 10 años ahuyentaría a quienes intentaran evitarlo disparándoles con un arma de fuego semi automática calibre 45.
Los dos niños dijeron también que también iban a matar a seis estudiantes más y para esto iban a  atraerlos  lejos de la escuela de a uno. 
Tenían una pistola semi-automática robada, un cargador y un cuchillo para cometer los crímenes.
Es increíble que siendo tan pequeños hayan podido tramar esto y casi llevarlo a cabo. Lo que también es increíble es que la noticia este redactada como si fueran adultos concientes de lo que hacen, incluso habla del “breve noviazgo” del niño de 10 años con la niña. Se deja totalmente de lado que son pequeños de 10 y 11  años y me parece que esto es intencional porque, claro, es fácil y deja tranquilo cuando se encuentra un culpable.


No, no es cuestión de culpar a los niños, o a sus padres, o pensar que esto sucede allá lejos, todos estos son modos de esconder la cabeza.  La cuestión pasa por entender qué sucede y buscar una solución, porque ellos de algún lado sacaron el arma, porque en algún lado aprendieron cómo usarla, la estrategia para llevar a las víctimas tuvo algún modelo. De alguien, en algún lado, aprendieron que lo que molesta puede ser eliminado.



Freud, el creador del psicoanálisis, contemplando las atrocidades de la guerra y queriendo encontrar una explicación a tanta crueldad, y no solamente a la de las batallas sino a la de cada uno de nosotros, dijo que al lado del instinto de vida que nos impulsa a crecer, desarrollarnos, buscar relaciones, unirnos, amar, existe el instinto de muerte que es el que nos impulsa a la destrucción y autodestrucción. A Freud le costaba ver el papel principal de lo social. La ceguera, la ignorancia, la incapacidad de establecer relaciones creativas, de poder entender el sentimiento de los otros, la indiferencia hacia el dolor ajeno, el uso de las personas como instrumentos, y la violencia convertida en arma, en odio, en enemigos, no son naturales, no son parte de nuestros genes, no es un instinto el que nos lleva a eso, no nacimos odiando al diferente, o al que el poder de turno quiere que odiemos y busquemos destruir,  a todo esto somos llevados.

Escucho las palabras de un amigo que me dice que estoy exculpando, que siempre existe una responsabilidad personal,  que nunca se es tan ciego como para no ver. Le doy la razón, para eso está nuestra voluntad para pensar por nosotros mismos, para alejarnos de los mandatos y hacer algo distinto con nuestras vidas. La sociedad y yo somos un continuo en el que es casi imposible trazar una línea de separación, pero también es cierto que yo tengo una existencia propia, tengo mis capacidades personales para preguntarme y buscar respuestas, para no contentarme con lo que me dan, y mi integridad para orientarme en una dirección, para hacer mi camino. Si somos llevados hacia la violencia, hacia el no pensar, es porque lo aceptamos. No hay poderes sobrenaturales, dioses o instintos o sociedades o virus o falta de neuronas o lo que queramos poner como excusa, los responsables somos nosotros.
Si existen esos videos para niños es porque hay adultos que los hacen y hay padres que se los permiten porque es más fácil que los chicos estén entretenidos, si somos incitados a la violencia haciéndonos creer que tal o cual es un enemigo que busca nuestra destrucción, también somos responsables de no parar y observar, pensar. Luego de esto puedo llegar a la conclusión que sí, que tal es un enemigo, o que no lo es, o que no lo sé y entonces puedo mantenerme distante de la pelea y si quiero buscar más datos. Con esto lo que obtuve fue recuperar mi vida, mi poder de decisión, recordemos siempre que si otros tienen poder es porque nosotros se lo dimos. Si alguien, esposa, esposo, jefe, iglesia, partido,  inseguridad, culpa, sociedad, nos maneja es porque nosotros se lo permitimos.


Retomemos nuestra capacidad de pensar, no aceptemos estos mandatos que nos quieren convertir en menos que infantes, en seres irracionales, ovejas que van en fila al matadero, en seres cuyo mejor recurso es la violencia y la eliminación de los enemigos que otros construyeron.
Si hay algo que nos daña es esta violencia que nos metieron en cada una de nuestras células y nos está endureciendo cada vez más los sentimientos, que nos impide tomar contacto con nuestra mejor parte, con aquello que nos mantiene vivos, con nuestra capacidad de amor, de construcción, de darnos la mano.





La mayoría de las IMAGENES han sido tomadas desde la web, si algún autor no está de acuerdo en que aparezcan por favor enviar un correo a  alberto.b.ilieff@gmail.com y serán retiradas inmediatamente. Muchas gracias por la comprensión.







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