viernes, 30 de agosto de 2013

66 - Posthumanos



66
Posthumanos


Hoy voy a comentarles acerca de un tema todavía no conocido pero que seguramente va a tener mucho peso.
Hay una serie de autores actuales que han creado una línea de pensamiento  llamada “transhumanismo”.
Esta corriente tiene mucho que ver con nuestra época, con las fantasías que nos rodean y también con gran parte de la realidad.



Quizá muchos de uds hayan leído aquel libro que fue escrito en 1932 y tiene por título “Un mundo feliz”  su autor fue Aldous Huxley.  En él se habla de una sociedad ideal en el que todos sus habitantes son felices, sus cuerpos perfectos, y siempre jóvenes. Para el logro de este objetivo se  utilizan todos los medios de la ciencia y la técnica  y también las drogas.  Aparece la dependencia a lo externo, al consumo, pues los habitantes de este mundo feliz para ser también ellos felices, deben recurrir necesariamente a  una droga sintética: el Soma.

El transhumanismo tiene mucha relación con lo expresado en esa novela pues  postula la superación del ser humano actual, tanto en sus capacidades físicas como  psíquicas, para originar otra  humanidad muy superior a esta, la posthumana.

Todavía es muy temprano para hacer un análisis de esta propuesta porque aún está en pleno desarrollo,  las corrientes internas son varias y los problemas que van surgiendo no están suficientemente delineados ni cuestionados en el propio pensamiento.  De todos modos nos interesa bosquejarla porque tiene relación directa con la ideología que a partir del capitalismo neoliberal se impone: el individualismo, el racionalismo materialista que prescinde de ideas tales como los valores y reduce la creación espiritual o los sentimientos a simples efectos de la materia.
Apunta a una concepción determinada de la naturaleza humana, la persona y de la dignidad.
Confirma la idea de que el concepto de “dignidad” molesta porque es un tope a los gobiernos, a los poderes y a la “libertad de mercado” para la que los negocios son la prioridad y única justificación de la conducta humana.

Hablar de transhumanismo no es solamente decir de una etapa superadora de “lo humano”, sino de la constitución de un ser diferente. Es el camino hacia el logro de ese ser tan diferente que solamente podrá ser definido como posthumano por aquellos que obtengan esta posición, serán aquellos  que romperán con esta etapa del desarrollo que nosotros somos.

El perfeccionamiento humano no pasa por la profundización moral, por lo espiritual, por el conocimiento o el arte, por algún tipo de trascendencia, no importa a qué llamemos con ese nombre. Para esta línea de pensamiento el perfeccionamiento esta dado por las tecnologías aplicadas al cuerpo.

Uno de sus impulsores, Nick Bostrom dice: ““un movimiento cultural, intelectual y científico, que afirma el deber moral de mejorar la capacidad física y cognitiva de la especie humana y de aplicar las nuevas tecnologías al hombre, de manera que se puedan eliminar los aspectos no deseados y no necesarios de la condición humana como el sufrimiento, la enfermedad, el envejecimiento e incluso, el ser mortales”. 




 El posthumano es concebido como un ser tanto “natural” como artificial,  con vida superior a 500 años sin deteriorarse, un cuerpo fabricado a medida, del que podrá hacerse copias, sus capacidades cognitivas duplicarán las capacidades máximas de un ser humano actual, tendrá el control de todos los estímulos sensoriales y no sufrirá a nivel psicológico pues ejercerá un control emocional total, tendrán una capacidad más grande para el placer, el amor, la apreciación del arte y la serenidad; experimentarán estados de conciencia que el cerebro del humano actual no puede siquiera sospechar.

Por este motivo plantean la necesidad de desarrollar al máximo la investigación en nuevas tecnologías y rechazan cualquier limitación o prohibición de su uso o desarrollo. Sostienen el derecho moral de utilizar los métodos tecnológicos, por parte de aquellos que los deseen, para potenciar las capacidades físicas e intelectuales y para aumentar el nivel de control sobre su propia vida.

Algunos de sus expositores dicen que ya estaríamos en el camino transhumano, o sea dejando de ser humanos y dando pasos hacia la posthumanidad,  en la medida en que intervenimos en nuestra materialidad mediante  los psicofármacos, los medicamentos para mejorar el tono muscular, la ingeniería genética, aplicaciones de la biónica (artefactos mecánicos que se integran en el cuerpo, por ejemplo para sustituir un miembro amputado).
Nuestro cuerpo hace años que es intervenido por la ciencia médica, por ejemplo mediante operaciones y  transplantes, pasando por todas las cirugías estéticas,  también con incorporaciones como puede ser un corazón artificial, clavos en lesiones óseas, plaquetas de metal y hasta lo más naturalizado como puede ser una dentadura postiza o un implante. De lo que ahora se trata es llevar esto al máximo, y no solamente para curar sino para optimizar en un proceso de reforma.


Esto ya comenzará a cumplirse desde antes del nacimiento pues sostienen que cada padre, cada madre, tienen el derecho a tener el mejor hijo posible o el que ellos desean, para esto es ético recurrir a la manipulación genética, así hasta se podrán obtener hijos por pedido. Y acá pido atención porque en este tren sostienen la llamada eugenesia liberal que se aplica de dos maneras. La primera es la eugenesia negativa: consiste en la eliminación de los embriones o fetos que presenten alteraciones genéticas o malformaciones. Su fundamento es obtener el mejor individuo capaz de alcanzar el mejor estándar de vida.
La segunda, la eugenesia positiva que  consiste en la obtención del sujeto mejor logrado mediante la modificación genética de los embriones humanos para crear “bebés de diseño”.
Algunos van mucho más lejos y dicen que se tendrá que permitir el infanticidio, o sea la eliminación de aquellos nacidos con algún tipo de alteración o enfermedad.













  Para estos autores la naturaleza humana está constituida por materia y la persona por conexiones neuronales. De este modo, cuando seamos capaces de comprender los procesos materiales podremos controlarlos y de esa manera modificar según nuestra voluntad el funcionamiento cerebral, logrando así controlar a los seres humanos. La manipulación de los procesos cerebrales permitirá una nueva psicología libre de malos recuerdos, traumas, frustraciones, abierta a la felicidad, incapaz de sentir dolor psíquico y libre de sentimientos negativos.

Y acá otra nota que quiero resaltar, este proceso mental podrá ser escaneado, captado, algo así como copiado en una memoria o un archivo y puesto en una máquina. Esta máquina ahora tendrá todo un proceso mental, o sea que será inteligente y tendrá todas las características de la persona por lo que entonces se habrá convertido en una persona.

Un punto importante es que el transhumanismo no hace diferenciación entre seres humanos, inteligencias artificiales, animales o posibles seres extraterrestres.
Esto es dable porque quien nació humano podrá tener incorporadas tantas partes de máquina, tantos aparatos o estará tan conectado a máquinas que será difícil decir si es algo artificial o natural, lo mismo pasará con el aparato que contenga una personalidad, la mente de un humano. Imaginemos los anteojos ideados por google, los google glass en los que al mismo tiempo que uno hace sus tareas, puede darle un vistazo a la computadora y leer, por ejemplo, los correos. Ahora imaginemos que estos anteojos, esta pantalla, ya no esta afuera sino adentro del ojo. Algo así es lo que propone el posthumanismo.

Para que todo esto pueda ser desarrollado es necesario eliminar el principio de “dignidad”. Recordarán que en otra charla dijimos que la dignidad es aquello que todas las personas sin excepción poseemos por el simple hecho de ser humanos, que no es necesario hacer o dejar de hacer nada para ser dignos, y que ella es la que nos hace iguales y merecedores de un trato respetuoso.
Ahora si la idea es tomar fetos que no cumplan con los caprichos de los padres o presenten alguna alteración, o niños y eliminarlos. Si lo que se pretende es la manipulación genética, o considerar personas a determinadas máquinas, la dignidad molesta porque entonces limita estas posibilidades, pone un freno moral, por eso muchos de estos autores la consideran una idea vacía e inútil.
De este modo también el concepto de igualdad deberá ser eliminado, ya no tendrá sentido hablar de la igualdad de los derechos, si no hay un fundamento que nos hace intrínsecamente iguales, si no es posible reconocer que todos y todas tenemos un mismo valor independiente de cualquier condición.

Todo esto me hace pensar  que es una vuelta al mito de la raza superior, nada más que ahora será mediante la tecnología. Las diferencias se agudizarán porque serán pocos los que puedan acceder económicamente a estos productos, así mientras algunos podrán llegar a la posthumanidad el resto seguirá  siendo solamente humano. Me pueden decir que como su inteligencia será maravillosamente superior habrán solucionado estas cuestiones, lo que no me satisface porque una mayor inteligencia no significa necesariamente una mayor capacidad moral o mayor empatía que permitan brindarse a los otros. Estamos acostumbrados a ver que en muchos casos sucede lo opuesto, la inteligencia es usada para someter y usar a los demás.





También surgen cuestiones como ¿qué pasará si el cuerpo de alguien produce rechazo y no puede ser implantado? O cuando alguien comience con fallas “en el sistema”, o simplemente cuando alguna persona no quiera, no acepte ser implantada o conectada a ningún aparato ¿también serán eliminados?







 Quizá todo esto nos parezca un delirio, pero no lo es tanto si pensamos en el mundo que estamos creando, en el culto al cuerpo, que es muy distinto del cuidado de la salud, en los aparatos que cada vez más nos rodean y se nos vuelven imprescindibles.
Las cosas serán personas y las personas cosas, se habrá cumplido el sueño neoliberal de las personas objetos, mercaderías, desechables cuando han cumplido su ciclo o tengan algún defecto o porque ya querremos otras nuevas.  Se habrá logrado eliminar a la persona y dejar solamente el cuerpo, el cuerpo para usar y cambiar a gusto y también para desechar si puedo ser transplantado a una computadora o un robot.
Será otra humanidad, seguramente, pero no libre como dicen, porque sin dignidad no hay libertad, sino esclavizada a las empresas que les venderán los aparatos y conexiones, obedientes ovejas de la tecnología. Esclavizados por haber separado cuerpo y persona, por creer que el cuerpo es un objeto que ocupamos y nada más, al que se le puede hacer cualquier cosa porque al fin y al cabo es solamente eso…..Infeliz herencia de las religiones que nos han hecho creer que puede haber una mente, una persona, sin cuerpo, como si nuestra historia no hubiera transcurrido en esta carne que somos.







La mayoría de las IMAGENES han sido tomadas desde la web, si algún autor no está de acuerdo en que aparezcan por favor enviar un correo a  alberto.b.ilieff@gmail.com y serán retiradas inmediatamente. Muchas gracias por la comprensión.








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