domingo, 24 de agosto de 2014

120 - Tráfico de órganos

120
Tráfico de órganos


Hoy veremos un tema del que muy poco se habla y que está en línea con los que venimos desarrollando en este espacio.
Recordemos que todo se relaciona con todo. Hace poco tiempo circuló alarma por la muerte no esperada y de la que no se sabían motivos,  de  abejas. Si las abejas bajan en cantidad, ya no hablo del supuesto de si llegaran a desaparecer como especie, la polinización se complicaría muchísimo lo que afectaría enormemente a las plantas, esto a la alimentación de muchos animales, a los cultivos, y de este modo  a la alimentación humana. Esto dicho demasiado rápidamente es para ejemplificar esta relación que aunque no sea vista, existe.

Este tema de hoy que es el tráfico de órganos tiene muy poca publicidad debido a que implica a estamentos importantes y poderosos de la sociedad y porque, en última instancia, cualquiera puede llegar a  necesitar un órgano.
Este tráfico requiere una infraestructura considerable y costosa. Me estoy refiriendo a sanatorios equipados con alta tecnología para transplantes, equipos médicos especializados, si es necesario el traslado del órgano se requiere de personas equipadas para eso y hasta aviones dispuestas para el momento.
 
Autopsia. Paul Cézanne


Se halla dentro de lo que entendemos por trata de personas, la ley  Argentina 26.842 en su inciso f) dice expresamente:
Cuando se promoviere, facilitare o comercializare la extracción forzosa o ilegítima de órganos,
fluidos o tejidos humanos.”

Presten atención que no se habla únicamente de órganos sino que incluye también fluidos por ejemplo sangre, semen, saliva;  y tejidos  como puede ser  el muscular, el  nervioso, el epitelial. O sea que la ley  protege mucho más que a los órganos.

En algunos casos el donante puede continuar una vida normal, con los cuidados médicos necesarios, por ejemplo cuando se trata de un riñón; en otros casos, como en el trasplante de corazón, se requiere la muerte. En esta última situación hay un tiempo máximo en que el órgano debe ser extraído del cuerpo para que pueda ser utilizado, excedido ese tiempo  ya no podrá ser transplantado.  Por esto, como dije, se requiere de un quirófano y personal especializado.

Cuando hablamos de tráfico ilegal de órganos nos estamos refiriendo a una actividad criminal, penada por la ley y esto es así para protección de las personas que pueden ser víctimas.  En esto tampoco debemos ser ingenuos,  cuando alguien paga para obtener un órgano para trasplante en general no pregunta de quién proviene ni cómo fue obtenido. Encargar un órgano desencadena una serie de resortes que terminan con los captadores callejeros, los depredadores de siempre, aquellos ojos avizores  que en hospitales y sanatorios están dispuestos a reconocer a quien se halla vulnerable y caerle encima.
En algunos casos se aplica  lisa y llanamente la violencia, la persona es tomada y llevada al lugar dónde se efectuará la operación  y sin que sea necesaria ninguna explicación, se sigue adelante con el procedimiento.  Estamos hablando de centros especializados los que no tienen ninguna dificultad para deshacerse de los restos.  Sobre esto no es necesario aclarar demasiado, enseguida nos damos cuenta que se trata de un delito, de algo grave, de un daño a la persona que reconocemos como víctima.

En otros casos se procede a la compra-venta, alguien que ofrece dinero y otro que a cambio entrega parte de su cuerpo.  Por la fuerte presencia de las ideas capitalistas y el desmedro de la condición humana, esta inversión de valores presente,  quizá nos resulte mucho más difícil entender que también estamos hablando de violencia y que también hay víctimas.
Creo que no necesito aclarar demasiado que estamos hablando de una cuestión de clases sociales, de aquellos enfermos que tienen el dinero suficiente para poner en movimiento esta maquinaria y, del otro lado, aquellas personas que en su desesperación, su falta de recursos económicos para supervivir, aceptan la mutilación.




Si luego preguntamos a alguna de estas personas nos dirán que lo aceptaron totalmente concientes, que fue por “propia voluntad”, que fue una “elección”, que necesitaban el dinero, que son dueños de su cuerpo y pueden hacer lo que quieran, que no hacen daño a nadie.  Seguramente lo dicen convencidos porque no ven que esa es la mentira, los psicólogos dirán negación, que les permite  creer que tienen algún manejo de la situación. No logran ver que fueron sus condiciones de vida, la vulneración constante de sus derechos, la imposibilidad de desarrollarse sanamente lo que los puso en situación de desventaja, los llevó a considerarse a sí mismos como un objeto que puede ser desmantelado a cambio de dinero. No  se les han dado herramientas para comprender que en la pirámide ocupan el lugar de abajo y por eso sus decisiones ya se hallan bajo presión, condicionadas fuertemente por su situación social.  Seguramente para ellos las cosas son como deben ser,  por alguna razón desconocida su dios los puso en ese lugar, aceptan que siempre hubo y habrá ricos y pobres, quienes tienen dinero y  quienes tienen su cuerpo.  Y quizá hasta se sientan felices de haber sido elegidos y poder llegar a adquirir de ese modo algo que desean.
Aquí surgen las voces del extremo individualismo neoliberal que nos hablarán de la libertad de cada uno, que si se trata de personas mayores de edad y sin que medie violencia se halla todo en regla pues es un contrato entre adultos, que cada persona es dueña de su cuerpo y por eso tiene derechos, que es un modo de empoderamiento  de quien vende el órgano pues es el que mejor puede negociar y obtiene el dinero para su uso propio, y otros argumentos similares.  Estos dichos todos son muy apropiados, nos hacen pensar y  cumplen de ese modo su objetivo, ocultar que estamos ante una extrema violencia social, en que no existe tal contrato porque no hay nada para negociar, el cuerpo, la persona, no es negociable. Ocultan que se trata de un abuso de poder, del dominio de una clase social sobre otra.



Como vemos son varios los vectores que en los temas que desarrollamos se cruzan, el económico no es el menor  y puede ser visto también en relación a los valores, al lugar que ocupa la vida humana, a la salud considerada no solamente como la falta de enfermedad sino como el acceso a una calidad de vida que permita el desarrollo personal.
En todo esto vemos que la injusticia social puede ser una proclama, una exigencia,  pero sobre todo es una realidad diaria, que tiene sus víctimas y sus pocos beneficiados.

La temática del tráfico de órganos es parte de la trata de personas y por eso cualquiera se podrá dar cuenta que el mecanismo y las justificaciones son las mismas que en las situaciones de prostitución.  En ambos casos es más que notorio que la persona deja de ser considerada como tal para ser convertida en una simple mercadería que podemos comprar o  alquilar, ya sea  entera o también por piezas.  




Es nuevamente el sur del mundo el que provee de estos “productos”  a mercados clandestinos del norte: estadounidenses, alemanes, suizos. Allí se puede obtener 102 mil euros por un riñón, 150 mil euros por un hígado, 150 mil por un pulmón, 87 mil por una cornea, 165 mil por la médula ósea, 150 mil por el corazón, 144 mil por un páncreas y 10 mil por venas y arterias.



Obviamente las principales víctimas son sanas y sobre todo niñas, niños y jóvenes.




Otro dato importante y que nos debe alertar es que ante el descenso del tráfico de drogas pues  las  sintéticas están desplazando a las tradicionales, los cárteles ampliaron su comercio ilegal y ahora se  dedican especialmente a la trata de personas-prostitución y al tráfico de órganos.

Tal magnitud ha tomado este delito que el mismo Vaticano tuvo que salir a denunciar  el "constante aumento" del tráfico de órganos de niños emigrantes o indocumentados entre México y Estados Unidos así como en pleno Mediterráneo.”  y  “la organización humanitaria Save The Children aseguró que un tercio de los menores que llegan ilegalmente a Italia por el Mediterráneo desaparecen sin que se conozca su paradero.”  *

Finalizo con unos renglones del periodista e investigador Cesar Leo Marcus quien dijo:
“…en México están apareciendo fosas clandestinas con cadáveres de niños y jóvenes infantes mutilados sin sus órganos vitales, mientras los gobernantes siguen negando la existencia de esta aberrante realidad, y como todos sabemos, el primer paso para resolver un problema es reconocer que el problema existe...” **




* http://www.eltiempo.com/mundo/europa/vaticano-denuncio-el-trafico-de-organos-de-ninos-indocumentados/14164257

**http://www.laopinion.com/blogs-trafico-de-organos-inmigracion-infantil


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