martes, 19 de febrero de 2013

47 - Las historias sobre Jesús



47
Las historias sobre Jesús


Hace poco vi en televisión la película “Discípulo” en ella se buscaba mostrar una historia diferente de Jesús muy alejada de la dulzona y milagrera a la que estamos acostumbrados. Para mi gusto es mucho más lo que insinuó que lo que expresamente dijo, no obstante,  hubo  cosas interesantes como que Jesús caminaba rengueando. José, su padre, no aparece como un simple carpintero sino como un militante contra Roma, razón por la cual fue asesinado por los soldados. El niño presencia esta escena y en la misma es herido en una pierna, de ahí su renguera. 

Joel West, protagonista de "Discípulo"

El héroe que la película pinta no es el prolijo y suavecito de las estampas, este está a favor de la lucha armada y cree en el restablecimiento del reinado judío.  A tal punto cree en la violencia que manda comprar armas y lidera al grupo que trata de tomar por asalto el templo de Jerusalén. Al final la historia termina como ya sabemos, en la cruz, pero sin resurrección.
Nada de apariciones divinas, luces, truenos, ni ángeles, es la historia de un líder espiritual armado, muy humano.


La historia que aparece en la película de Jesús es en realidad los recuerdos de dos de los discípulos del apóstol Pablo que difieren respecto de qué escribir en los evangelios como historia de Jesús. Es interesante ver como no coinciden, como lo que uno dice que sucedió de tal modo el otro lo conoce de manera distinta, lo que uno dice que sucedió en un monte  el otro lo sitúa en el llano y la película lo muestra en un calabozo, o sea tenemos tres versiones distintas sobre lo mismo, las distintas versiones se suceden hasta que se va aceptando que la narración no será un hecho histórico sino de fe, de lo que se quiere que la gente vea en ese Jesús, que en definitiva tendrá muy poco del que alguna vez existió. La película muestra como esta historia, como todas las historias, son construidas, que no hay una verdad sino un relato, algo así como las historias con moraleja que nos contaban de chicos. Esto nos acerca a algo de lo que hemos hablado varias veces, que no hay una historia sino puntos de vista, aproximaciones a la realidad, siempre matizadas o armadas por lo subjetivo, por las ideologías.
El Jesús de esta película trasgrede, no es milagrero, no convierte el agua en vino, manda a comprar vino, está a favor de la lucha armada, se enamora de una mujer, no resucita nunca a Lázaro, él mismo luego de crucificado no resucita ni sube a ningún cielo.

Hasta nosotros llegaron oficialmente cuatro evangelios, o sea cuatro libros que cuentan la historia de Jesús, tres de  ellos tienen muchos puntos en común y también divergencias, por esto se supone que existió otro, primero, madre de estos, pero esto es simple suposición, nunca fue hallado. El cuarto es muy diferente a estos primeros. Lo cierto es que Jesús en cada uno aparece con características distintas.
Los estudiosos del tema lo afirman y esta película también lo dice, las historias de Jesús fueron escritas dependiendo de qué se quería obtener. El cristianismo nació y buscó inmediatamente sumar personas, por eso los apóstoles se dedicaron a ir por las ciudades buscando convencerlas para que se sumaran a esta nueva creencia. Los evangelios se enmarcan en esta tarea, por eso es que fueron escritos pensando en el público al que se querían dirigir, para que fuera más sencillo de aceptar y convenciera más fácilmente, es así que las narraciones tienen diferencias si fueron escritas para judíos o para griegos, por ejemplo.
Un detalle importante es que ninguno estos libros no fueron escritos mientras Jesús vivía sino mucho tiempo después.

En ese tiempo también había muchos otros que contaban la vida de Jesús o parte de ella. Muy tardíamente, a finales del siglo IV fueron dejados de lado y quedaron únicamente los cuatro que hoy son los oficiales, los que fueron presentados como tales recién en 1546, en el Concilio de Trento. Lo que quiero resaltar es que esto se fue resolviendo cuando ya habían pasado muchísimos años desde que Jesús estuviera vivo, y cuando nadie de los que fueron testigos, ni siquiera sus hijos o nietos vivían para poder decir algo al respecto. Y les repito, recién se define en l546, o sea más de 1500 años después de que sucedió la historia.

Labarum


Claro, es necesario tener en cuenta que en aquellos tiempos no existía la imprenta, todo debía ser copiado a mano. Eran épocas que ser letrado era muy raro privilegio y por esto las copias eran muy costosas. Hoy con lo avanzado de la ciencia histórica y las computadoras el resultado posiblemente hubiere sido otro. Digo posiblemente porque en todo este juego de poner y sacar historias lo que se está desplegando es el poder,  y no el poder de Jesús sino el de quienes estaban al frente de la iglesia. 


Constantino I

Hablando de esto del poder es muy esclarecedor ver la importancia que tuvo el imperio romano en los primeros tiempos de la iglesia, especialmente el emperador romano Constantino, quien dio un gran poder a los cristianos, una buena posición social y económica a su organización, concedió privilegios e hizo importantes donaciones a la  iglesia, apoyando la construcción de templos y dando preferencia a los cristianos como colaboradores personales.
Constantino I el Grande fue emperador entre el año 306 y 337
Los primeros años del cristianismo no fueron de paz y amor como cabría suponer, al contrario, eran de luchas muy feroces por el dominio. Constantino como emperador buscaba mantener el orden y la unidad del imperio le molestaban estas batallas religiosas, es así que él mismo convoca a un concilio en Nicea (año 325), comenzando a darle institucionalidad obligatoria a lo que sería la iglesia católica y establece la relación estado – iglesia a partir de la cual esta última comienza una rápida y sostenida expansión.  Inauguró el concilio vestido imponentemente, dio un discurso inicial ataviado con telas y accesorios de oro, para demostrar justamente el poderío del Imperio por un lado, y el apoyo e interés al concilio desde el estado, por el otro. El estado proveyó de comida y alojamiento, e incluso de transporte, a los obispos.
En el año 313 legaliza al cristianismo.
En el  314, inmediatamente después de su legalización la Iglesia cristiana ataca a los que llama paganos. Muchos templos paganos fueron destruidos por los cristianos y miles de creyentes de otras religiones fueron asesinados.
En el 326 Constantino ordenó la destrucción de todas las imágenes de los dioses y la confiscación de los bienes de los templos. En el año 330 roba todos los tesoros y las estatuas de los templos de Grecia con los que decora Constantinopla, su nueva capital del Imperio romano.
Lo paradójico es que este emperador se resistió a ser bautizado y recién lo hizo  muy poco antes de morir.


Constantino en Nicea

Las historias de Jesús, el nacimiento del catolicismo y el imperio van de la mano, unos y otros se mezclan y acompañan y así continuarán hasta el presente. Si leemos aunque sea por entretenimiento la historia del papado nos sorprenderá la sucesión de traiciones, compras, asesinatos, luchas por el poder a tal punto de que llegó a haber tres papas al mismo tiempo, el poder imperial de la iglesia, de los ejércitos pontificios, y si queremos podemos agregar las cruzadas, la conquista de América, su presencia durante las dictaduras.


La imprenta provocó un cambio fundamental, la reproducción de libros con su abaratamiento y acercamiento a la gente. Igualmente debemos tener en cuenta que en ese entonces la lecto escritura era privilegio de unos pocos, aún así esos pocos con la imprenta pudieron acceder a libros como la Biblia. 














Tiara papal





















La lectura promovió nuevas ideas e interpretaciones de los textos, y cuestionamientos a las versiones eclesiásticas  por lo que la iglesia recordó que solamente ella, o sea las jerarquía, podía interpretar la Biblia, esto provocó que otros grupos no aceptaran esta limitación y se resquebrajara la autoridad de la jerarquía, lo que, junto con otros motivos, llevó a la ruptura que se llamó el prostetantismo.
Aún hoy esto es evidente, si vemos a alguien llevando una Biblia sabemos que es protestante, evangelista, porque los católicos raramente la leen.
Cuando el conocimiento de socializa, cuando pensar y buscar las propias significaciones no es pecado o herejía, se abren otras posibilidades, otros mundos.
No sabemos cómo fue Jesús ni su vida, hasta podríamos decir que no sabemos si realmente existió. Lo que sí podemos afirmar es que las empresas religiosas son un factor de poder y que difícilmente se pueda llegar a una real democracia cuando hay instituciones monárquicas en el centro mismo de la sociedad.


Termino con dos párrafos de uno de los evangelios que fue rechazado por la iglesia, el de Tomás dónde dice:


“Soy el todo.  Todo salió de mí, y todo vuelve a mí. Partid la madera, allí estoy.
Levantad la piedra y allí me encontraréis. ”


 “¿Qué salisteis a ver en lo silvestre, una caña  sacudida por el viento y a una persona vestida con ropa felpada? He  aquí, vuestros gobernantes y vuestros dignatarios son los que se  visten en ropa felpada, y ellos no podrán conocer la verdad. ”







La mayoría de las IMAGENES han sido tomadas desde la web, si algún autor no está de acuerdo en que aparezcan por favor enviar un correo a  alberto.b.ilieff@gmail.com y serán retiradas inmediatamente. Muchas gracias por la comprensión.
  















lunes, 18 de febrero de 2013

46 - ¿Para qué los ejércitos?



46
¿Para qué los ejércitos?



Guernica. Pablo Picasso

Hace poco tiempo en la agencia de noticias Argenpress salió publicado un artículo de Marcelo Colussi que por su título inmediatamente llamó mi atención: “La profesión militar: Un absurdo”

Les leo un párrafo:

Está claro: Un zapatero arregla zapatos, una enfermera cuida de los enfermos, una azafata atiende a los pasajeros en vuelo y un músico alegra el espíritu con la música. ¿Cuál es la función específica de un militar? Matar. Un militar se prepara para la guerra, para eliminar enemigos: su oficio, lisa y llanamente es matar gente, matar otros seres humanos. Más aún: se llega al absurdo patético que cuantos más seres humanos mata, mejor profesional es. Se le premia por eso, se le condecora, se le nombra "héroe de la patria". ¿Cómo se ha llegado a tamaña irracionalidad?
Todos los oficios aportan un beneficio social: producen bienes y/o servicios que facilitan la vida, la mejoran, elevan su calidad. ¿Qué aporta un militar? ¿Quién se beneficia con el matar? Seguramente alguien, por eso existe la profesión. Las mayorías populares, no.”

 Hasta aquí el texto

Pregunta interesante  para hacernos todos nosotros ¿Qué aporta un militar? ¿Quién se beneficia con el matar?. Desde niños se nos enseñó que debemos lo que somos a nuestros héroes patrios y sus ejércitos. Eso lo recuerdan hasta el cansancio todas las plazas y calles y cuanto cosas se nos ocurra dedicada al general tal, al coronel cual, hasta sargentos tienen sus calles. A la par también aparecen nombres de batallas.  Cuando se hace un reportaje o sale alguna nota los militares son presentados como el general tanto, el coronel, el teniente, como si esos fueran títulos obtenidos luego de arduos años de estudio en prestigiosas universidades, como si los acreditaran como expertos en temas que hacen al bien de la comunidad. Médicos, albañiles, maestros, panaderos, basureros no tienen calles ni plazas con sus nombres, como si lo que ellos hacen no fuera útil.  Mucho menos se levantan monumentos a valores como la solidaridad, como la fraternidad, la dignidad humana.

En otra parte Colussi dice:

“…constituyen una corporación profesional reputada, bien pagada, de la que ninguna sociedad pareciera querer prescindir. Más aún: el ámbito humano donde más se investiga, donde más se invierte, que produce las más fabulosas ganancias en términos empresariales y que tiene la mayor cuota de influencia política es, nada más y nada menos, el que tiene que ver con lo militar, con la guerra, con la muerte.”

Y concluye este párrafo con una pregunta en la que conviene detenernos:

“ ¿Somos patéticamente absurdos los seres humanos en tanto especie?”

El caos, lo irracional, es parte de la vida, eso es indudable. Estamos sometidos al azar, a lo que pueda suceder. Tratamos de olvidar esto, de ordenarnos y planificar nuestras vidas como si fuésemos inmortales, y aún hacemos planes para después de muertos en paraísos o infiernos, pero lo único cierto es que la muerte existe y vuelve precario absolutamente todo, todo y todos tenemos fecha de vencimiento. Muy distinto es cuando  esta irracionalidad ya no es la propia del vivir, sino otra que es cultivada, es pensada de manera muy racional y llevada a cabo metódicamente. Es la que desde los poderes se prepara y pone en práctica para obtener mayorías cumplidoras, trabajadores silenciosos, aduladores y obsecuentes.
La existencia de las armas, de los ejércitos, de las gendarmerías, de las policías, de los custodios, no es absurda, tiene un sentido que no hallaremos si los comparamos con el beneficio que nos aporta  la panadera, el cantante, los colectiveros, porque ese sentido no está en relación al servicio destinado al pueblo, a hacernos la vida más fácil, a darnos herramientas para nuestro desarrollo.
Es el poder, la riqueza y su  distribución, o mejor dicho, la concentración de esa riqueza en pocas manos,  el sentido de los ejércitos, de los soldados y gendarmes.
Ellos están porque para el capitalismo, para el poder económico y político, es necesario despojar a otros, ocupar tierras, vías de comunicación, campos petroleros, someter a países que puedan crecer y opacar los negocios, evitar las competencias.
Esto sin decir que los ejércitos son un negocio en sí mismos: sueldos, uniformes, armas, logística, etc demandan mucho dinero.
Esto todos los conocimos directamente en los últimos tiempos cuando los gobiernos dejaron las calles descubiertas y se nos vendió que para estar seguros era necesario contratar seguridad privada, y alarmas, y en los coches tener monitoreo.
La inseguridad también se convirtió en un negocio enormemente redituable. 



Guernica, día siguiente al bombardeo


Los ejércitos, las armas, las guerras, la mal llamada ausencia del estado, no son irracionales, en absoluto. El mayor ejemplo y el más claro a la distancia esta dado por la llamada “solución final” nazi, o sea el exterminio de millones de personas  que fue ideado de manera extremadamente racional, metódica y llevado a cabo con total prolijidad. Esto rompe el mito de la separación entre pasión y razón, sentimientos y pensamientos. Por eso no existen crímenes “pasionales”.
Algunos países tienen potencial nuclear suficiente para poner en riesgo al planeta mismo, sin embargo es difícil que lo utilicen por la destrucción que provocan. ¿por razones humanitarias?, no, en absoluto. Es sabido que es mucho más conveniente dejar heridos que muertos, los heridos causan mayores problemas, hay que socorrerlos, trasladarlos, llevarlos a hospitales, mantenerlos y si es posible curarlos, todo un desgaste económico y de recursos, que van minando la fortaleza del enemigo, y si los heridos son civiles muchísimo mejor porque además provocan desmoronamiento moral y enojo contra el gobierno enemigo. Además hay un detalle fundamental, no se debe dañar la riqueza del país al que se pretende someter, porque precisamente esa riqueza es la que interesa. La guerra contra Irak no tocó los campos ni refinerías petroleras.
Ahora, si se trata de objetivos militares sí es bueno destruirlos porque eso permite que luego se le puedan vender nuevamente armas y pertrechos.
Un ejemplo muy claro. Ya cuando la crisis europea era muy cruda, en el 2010, Alemania autorizó préstamos para rescatar a Grecia exigiéndole el máximo de ahorro, cuyas gravísimas consecuencias para el pueblo las estamos viendo, en este momento los griegos han vuelto a calefaccionar sus casas con madera por el alto costo del gas. Al mismo tiempo que imponía el brutal ajuste, junto con Francia le vendía armamento. Grecia tiene el mayor ejército de los países de la OTAN en proporción a sus habitantes y ha sido el quinto mayor comprador de armas en el mundo entre 2005 y 2009.

Colussi lo dice con total claridad: 

“El poder se mantiene y perpetúa por la fuerza, tanto por la amenaza de usarla, como por su uso concreto; y para eso están los encargados de ejercerla, los profesionales de la muerte. Pero hay que agregar inmediatamente: se benefician algunos, las elites, los grupos privilegiados. El común de la gente, no. La gran mayoría silenciosa, en todo caso, padece los efectos de esa profesión, cosa que no se podría decir de ningún otro gremio.”


Tropas de tormenta avanzando bajo un ataque de gas. Otto Dix





La patria, las fronteras, la libertad, la seguridad, la protección, son algunas de las palabras que encubren lo que con mirar un poco cualquiera puede descubrir fácilmente. Las armas están en manos del poder y para su propio beneficio y protección.



Hasta tal punto nuestro pensamiento está atravesado por las ideologías y los mandatos del poder que no nos damos cuenta, que incluso hay seres humanos que son capaces de ir mansamente, voluntariamente a la guerra aún sabiendo que es muy probable su propia muerte. Que aceptan hasta con orgullo el sometimiento, la alienación de renunciar al propio pensamiento y autodeterminación en cumplimiento de las órdenes que reciben, no importa cuales porque las “órdenes no se discuten, se acatan”. Esto lo tenemos muy presente, fue la excusa de muchos torturadores y asesinos que se escudaron en la llamada “obediencia debida”, porque para ellos las órdenes son órdenes y punto, la propia crítica y moral quedan inmediatamente abolidas, dejadas a un lado. Esto es lo que llaman “espíritu de cuerpo” o ser “orgánico”, todos para el mismo lado que el director designa, no importa por qué ni para qué.

“Es decir: una de las instituciones humanas más extendidas, desarrolladas y poderosas está asentada sobre la más absoluta irracionalidad. ¿Quién podría morir gozoso por "su bandera" si no fuera militar? ¿Quién podría sentirse orgulloso de ser una "máquina de matar" –como sucede con los comandos elites– si no se es militar? Sólo siendo del gremio castrense se puede llegar a esa posición. ¿Irracional diríamos?” Colussi dice.


Vietnam


Existe toda una cultura de la violencia incorporada en nuestro diario vivir, que nos constituye a todos y todas, a cada sexo según su propio estilo. Esta cultura no es cuestionada, al contrario, es sostenida mediante prácticas patriarcales, machistas, con la discriminación por las razones que fueren, cerrando fronteras a quienes tienen hambre, hablando del sistema financiero cuando debiéramos hablar de cómo hacer para que la comida, la educación, la salud, lleguen a todos los que habitamos esta tierra





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