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Gunga Din
Hoy partiré desde una película que ya está dentro del rango de las clásicas y que marcaron un camino, es estadounidense del año 1.939. Gunga Din.
La historia
se desarrolla en India y muestra a un grupo de
seguidores de la diosa Kali cuando enfrentan al ejército invasor inglés.
Entre esas tropas se hallaba un joven indio, Gunga Din, que hacía de aguador de las tropas, y cuya
aspiración es convertirse en un soldado británico.
No voy a
contar la historia de esta típica película de aventuras, solo decir que
buscando un templo de oro hallan el lugar de reunión de los adeptos a la diosa
Kali. Cuando las tropas británicas van hacia ese lugar para atacar a los
supuestos rebeldes, están a punto de caer en una emboscada que estos les habían
tendido. Gunga Din ya herido, logra tocar su corneta y avisar al ejército,
luego de lo cual muere. Gracias a esta intervención el ejército de ocupación
evita la emboscada y al final derrota a los nacionalistas.
Durante el
funeral a Gunga Din se le convierte en soldado británico y terminan con un verso de un poema de Rudyard
Kípling:
“Tú eres mejor hombre de lo que yo soy, Gunga
Din”
No voy a
andar mucho por este camino pues ya a esta altura nos resulta muy claro el
mensaje que se dio y que podemos resumir del siguiente modo: el indio, bueno es
el muerto o el sometido. Y acá por indio entendemos a los pueblos originarios,
los negros, los amarillos, los morochos, los que tienen una religión diferente
a la cristiana, en definitiva, los
diferentes. El nazismo llevó a la más
clara significación aquello de la solución final, el exterminio, pero esta
receta no la inventaron ellos, ya se venía aplicando con variedad de métodos y
de extensión. La muerte y el
sometimiento humillante, la destrucción subjetiva del ocupado, su idioma
menospreciado, sus creencias desechadas, su color, sus costumbres, su mundo
destrozado. En esas películas los indios buenos eran los que oficiaban de
sirvientes, los que trabajaban para los señores, o como Gunga Din, los que
morían por sus amos.
Fíjense que
en esta película los que se oponían a los británicos aparecen como seguidores
de una diosa, no se habla de la libertad, no se habla del respeto ni del
derecho a gobernarse por sí mismos, se
los pone en el lugar de las creencias y de manera burlesca como pobres salvajes
supersticiosos adoradores de estatuas y con ritos absurdos o sacrificadores de
seres humanos.
Gunga Din
aparece como el héroe, el modelo a imitar, quien al final logra su objetivo,
ser parte del ejército inglés, claro, para eso necesitó dar la espalda a su
propio pueblo, necesitó entregarlo para su exterminio y al final morir él
mismo.
La película no interroga acerca de qué hacían allí los
europeos, se da por normal, por naturalizado que así debía ser, nada dice de
qué buscaban en ese rico territorio, no se pregunta acerca del derecho que
pudiera tener de ocupar países y someter a sus habitantes y destruir culturas.
Todo está bien, los malos son quienes no aceptan esta situación.
¿alguna relación con las guerras actuales?
En ese momento se hablaba de llevar la civilización, la
cultura a esas regiones como si en india, arabia, o América no hubiera pueblos
que dieron origen al alfabeto, a la escritura, a las matemáticas, o con
conocimientos astronómicos a los que Europa ni siquiera se había acercado. Hoy
se habla de libertad o democracia, el método, el resultado es el mismo.
Veamos quién es esta diosa Kali. En el hinduismo ella
representa la parte femenina de la divinidad, es la madre universal. También es
la parte destructora. Esto es interesante, el hinduismo da cuenta del constante
movimiento de todo lo existente, por eso tienen dioses para la creación, otros
para el sostenimiento de lo originado y otros para el final, completando el
ciclo que de ese modo recomienza. Esta destrucción abarca absolutamente todo,
nada queda afuera del devenir, del cambio, ni los dioses o demonios se salvan
de eso. No hay una moral en el sentido de que los buenos quedarán para siempre
y los malos serán destruidos, el final llega a todo.
Con el tiempo las creencias relativas a Kali fueron dejando
de lado este aspecto y se concentraron más en la parte maternal de la diosa.
En todo caso representa el poder de la furia y la
destrucción al mismo tiempo que la madre origen portadora de libertad.
Un detalle interesante es que la diosa vence el miedo y a los demonios.
¿Los que escribieron el argumento de la película habrán
tenido en cuenta este hecho? Supongo
que algo inconciente los llevó a elegir como los oponentes de los invasores a
los seguidores de Kali, poniendo de ese
modo a los ingleses en el lugar de los demonios, de los que quitan la libertad
y contra los que esta diosa debe luchar.
La imagen de ella es impresionante, se la figura negra, con cuatro brazos, en una
mano una espada para la destrucción, en otra la cabeza de un gigante, el mal,
que ella venció, en las otras dos manos signos espirituales de aliento para sus
seguidores.
Como aros lleva dos cadáveres, un collar de calaveras
–cincuenta y una como el alfabeto sánscrito- , como vestimenta una faja con
manos de hombres muertos, su lengua fuera de la boca, tres ojos, uno por cada uno de los tiempos: pasado, presente
y futuro. La cara y parte del cuerpo manchada de sangre.
¿Cómo no tener miedo ante una figura así?
El norte civilizado quizá eligió esta diosa como su enemiga
para proyectar en ella su propio miedo a
la venganza del humillado.
Al final India recuperó su autogobierno y no fue mediante la
violencia sino por su contrario, la acción no violenta de Gandhi.
Algo que
muchas veces he pensado se relaciona con este tema. Es ya sabido que las
invasiones o guerras están determinadas por motivos económicos, por robar la
riqueza que es de otros, y que no hay que subestimar que montado sobre esto, o
mejor dicho, tomando otra cara del robo y de los intereses pero envueltos en
púrpura santa para disimular el despojo, esta la ideología religiosa. Esto se
ha visto en todas las invasiones y nosotros, con la llegada a América desde la
civilizada Europa, tenemos un claro ejemplo.
Lo que he
pensado es que las religiones politeístas son más tolerantes, como ningún dios
se puede adjudicar ser el único, es más, para una misma cosa puede haber varios
dioses, la aceptación de cualquier otro es más sencilla. Existe el relato de
uno de los apóstoles que creo fue a Grecia y levantó un altar al “dios
desconocido”, a nadie la llamó la atención, entre los dioses egipcios, los
griegos y los romanos, los asirios, tenían
bastantes como para interesarse en uno más y encima desconocido. Son las
religiones monoteístas las intolerantes, las que determinan que “su” creencia
es la única que vale, la verdadera y todas las otras son falsas y por lo tanto
deben ser destruidas. Como las creencias no tienen existencia, son ideas y nada
más, para acabar con ellas vieron que era necesario acabar con las personas que
las tenían y así surgió la Inquisición, las hogueras y otras delicadezas
similares.
Tropas indígenas en el Congo Belga. Dibujo finales siglo 19. |
Gunga Din
representa todo esto, la humillación y entrega subordinada del ocupado, la
traición a sus propios vecinos, a su religión, en definitiva, el abandono de su
cultura no por libre elección pues el sometido
no tiene libertad para elegir, las opciones eran agachar la cabeza, morir, o
enfrentarse.
Esta
película nos muestra el deseo de que el vencido además se humille a sí mismo y pasivamente
se convierta en sirviente del sometedor, y además agradecido. Solamente faltó que postmortem Gunga Din
fuera bautizado cristiano.
Esto que
vemos tan claramente entre los gobiernos, los continentes, norte y sur, también
sucede entre nosotros, es nuestra responsabilidad saber verlo.
La mujer
también esta colonizada en nuestra sociedad, también todavía tienen un lugar
segundo fundamentalmente destinado a las tareas de servicio o como actualmente
se dice, tareas de cuidado. Ella como
Gunga Din tiene que hacer esfuerzos dobles para obtener una posición similar a
la masculina y tarde o temprano choca contra la maternidad y es ahí donde se
hace evidente su situación, su difícil elección entre su desarrollo personal o
el materno. Entiéndase bien, la maternidad también es parte del desarrollo
personal, pero tal como se da en nuestro medio, en la generalidad de las veces
la limita y encierra.
Otro
ejemplo es la situación de los niños y niñas, que todavía siguen siendo
considerados objetos propiedad de los padres. Cuesta que los Tribunales los
consideren y escuchen no por el simple deber que marca la ley sino en la
capacidad que ellos tienen como personas de decir su deseo y elegir, o señalar
a quién les hizo daño.
Si pasamos
nuestra mirada por los pueblos originarios no encontraremos cosas muy
diferentes a las vividas por el pueblo indio, también acá hubo sometimiento,
masacre, se trató de eliminar la cultura, la diversidad. Hoy todavía deben
luchar para evitar el despojo de las empresas y gobiernos codiciosas de sus
tierras. El menosprecio del color de su piel es poco si lo comparamos con el
desprecio hacia su vida. Por estas latitudes también el colonizador interno los
desea “buenos”, o sea arrodillados frente a la intendencias, a los escritorios
y “agradecidos” por el bidón de agua o la chapa que le han otorgado.
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