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Dughu
Thayen – Bibiana García
Hoy tomo algunos párrafos de
la historia de Bibiana García o quién es la misma, Dughu
Thayen, la última cacique en la tribu de Catriel escrita por Walter Minor y que
aparece en el blog Historias de Olavarría.
“Esta española, que fuera cautivada y llevada a los toldos desde
niña, tuvo la posibilidad de reintegrarse a su sistema de vida primaria
al ser rescatada por una partida militar, pero ella eligió regresar y
seguir siendo india. Una decisión donde privó el amor hacia
aquellos que le dieron afecto y un nombre en su lengua, por sobre la
posibilidad de una vida más cómoda.
Si su determinación hubiese sido otra, hoy no estaríamos hablando de
una Machi (curandera-médica) que al transformarse en cacica de manera fortuita,
se erigió en la base fundamental para fundar de dos colonias que se
transformaron en ciudades.”
“En 1878, los caciques Catriel eran derrotados luego de tremendas
luchas con la milicia. Superiores en armamentos y ayudados por el ferrocarril,
el telégrafo y el aporte monetario de hacendados (que multiplicarían sus ganancias,
luego de limpiado el desierto), el gobierno quitó las tierras (y
muchas vidas), a los dueños originarios para entregarlas de manera “generosa”
entre los hacendados y a cuentagotas al resto.”
“Marcelino Catriel cayó
prisionero en julio de 1878, mientras que Juan José se entregó en el Fuerte
Argentino (hoy Torquints) en noviembre
del mismo año. Ambos quedaron en calidad de prisioneros, situación que provocó el
descabezamiento de la tribu.”
“…podríamos decir que el destino de aquellos prisioneros se
resolvió así: caciques y capitanejos enviados a la isla Martín García, hombres de la
tribu a trabajo de zafra o como mano de obra barata en cualquier labor. Los niños entregados en
subastas a familias adineradas de Buenos Aires, las jóvenes y adultas
al servicio de las mismas personas y finalmente, los viejos ejecutados. Resta
decir que los sacerdotes rebautizaron con nombres españoles para que
fuese difícil el reencuentro de las
familias y que todo esto ocurría a mediados de 1870. Por eso, cuando le
digan que la esclavitud en Argentina se abolió en 1813, no
tenga duda que eso fue solamente en los papeles.”
“Bibiana García había nacido probablemente en 1849. Era hija
de los españoles Florencio García (a quién apodaban “macho blanco”)
y Petrona Flores.
Siendo aún muy niña, su padre fue muerto durante un
malón y Bibiana, junto a su hermana Eufemia, fueron llevadas cautivas. Tan
fuertemente asimiló las costumbres nativas, que cuando una partida militar
las rescató, ella pidió regresar al lugar dónde se había aquerenciado y
adoptando el nombre de Dughu Thayen, que en mapuche significa “cascada
rumorosa”.
Con el transcurrir del tiempo, Bibiana adquirió una gran
reputación entre los suyos y sus dotes de clarividente y sanadora la
transformaron en la “Machi” de la tribu. Una “Machi” era una mezcla de
bruja, vidente, curandera y doctora. Esta función era muy
respetada en cualquier campamento nativo y no era la excepción dentro de la
otrora numerosa tribu catrielera,
arraigada por muchos años en las zonas de Azul y Olavarría.”
Descabezada la tribu, inundadas las tierras, la gente comenzó a diseminarse.
“…1880 hace que busquen otra zona no inundable y desde ese momento
empiezan las gestiones de Bibiana para conseguir un lugar digno dónde vivir.
Su aguda claridad mental funcionó rápidamente y
comprendió que el tiempo del
racionamiento y el intercambio de favores habían quedado atrás para siempre, y
que si no encontraba enseguida la forma de adaptarlos a otras labores que le
permitieran un medio de subsistencia, su
pueblo desaparecería en un corto lapso.
Fue entonces cuando con gran entereza empezó su peregrinaje
por cada uno de los toldos. Influenciaba a los indios y persuadía a los caciques, caciquillos y
capitanejos para que evitaran la disgregación.
Y esa persistencia tuvo sus frutos. El corolario fue una multitudinaria
asamblea indígena, dónde la líder exhibió toda su
capacidad de oratoria y liderazgo.
Carismática y emprendedora propuso basarse en la unidad para presionar más firmemente
sobre el gobierno argentino y conseguir la instalación de las familias
desperdigadas en tierras aptas para el cultivo y la cría de animales.
Aunque algunos no aceptaron esta propuesta, el consenso fue bastante amplio
y la cacica (a quién empezaron a llamar “Reina”), emprendió el viaje a
caballo rumbo a Bahía Blanca con un séquito numeroso de su tribu. Desde
esa localidad viajó en tren hasta
Buenos Aires y una vez allí se dedicó a desarrollar su
plan.
Aquel trabado lenguaje mapuche-español de Bibiana recorrió todos los
despachos oficiales para hacer oír sus reclamos. Auténtica y
valiente, clamaba ante los funcionarios
por las promesas incumplidas de facilitarles tierras y medios de
supervivencia.
“La reina” quería parcelas de
terreno apto y sin dueños para poder criar ganados, sembrar, pescar y cazar.
Alegaba que de esa manera se podrían abastecer de casa, vestimenta y
alimentos, pero exigía, además, que el Estado cumpliera con la
palabra empeñada de facilitar los útiles vitales para que los colonos,
pudieran organizarse laboralmente.”
“Durante 16 años, repitió una y otra vez sus viajes a
Buenos Aires, pasando por Azul y Bahía Blanca, para volverse
inevitablemente con las manos vacías. Los largos viajes, el cansancio
y la sordera de los funcionarios parecían no hacer mella en el espíritu de la cacica, que volvía periódicamente a pagar
de su peculio cada largo peregrinaje para
plantarse frente a las autoridades nacionales y hacer cada vez más firme su
reclamo.
Hacia 1896, el grupo comandado por Bibiana había evolucionado y
poseían un número aproximado de 136.000 ovejas, 70.000 caballos y
2.000 vacas, habiendo registrado ella misma en 1893, una marca propia para el
ganado de su propiedad.”
En 1899, obtiene un decreto
firmado por Julio Argentino Roca por el
que se fundó las colonias llamadas Valcheta
y Catriel, el que concretamente expresa “Los indígenas que
actualmente habitan los territorios de La Pampa y del Río Negro, serán preferidos al
efectuarse la adjudicación de los lotes”
“Así se enteraba de su triunfo pacífico, luego de años de batallar y
recorrer miles de kilómetros. Al fin sus indios tendrían el sitio
propio que tanto buscó, aunque no serían nada fáciles los
primeros tiempos en aquel terruño.”
Luego que unos oportunistas provocaran un incendio y robo “Su fortaleza sin límites no carentes
de astucia, le llevaron a organizar un servicio de inteligencia que la mantenía alerta a lo que
ocurriera a su alrededor. Había elegido como jefe a un hombre de apellido
Huaifil, una persona muy hábil y sagaz, encargado de suministrar
información que permitía anticiparse a cualquier contingencia. Su
lugarteniente era Rosa Niculpil, quién en ausencia de Bibiana tomaba el mando
de la colonia.”
Bibiana, parte de su familia y tribu. 1.899 |
“Esta cacica gobernó la tribu durante treinta años y cuando sintió que la muerte
acechaba, designó a un vidente pampa llamado Pedro Rojas, a quien le
manifestaba que los dioses de su tribu lo habían elegido como
sucesor de ella.”
“Tras una reunión, en la zona de Puelen (La Pampa) convocada por el
cacique Baigorria la reina emprendió el regreso y al detenerse en la
casa de su sobrino, Pedro Morales, que vivía al pie del “cerro negro” falleció repentinamente,
el 30 de noviembre de 1910. En ese mismo lugar, en medio del desierto y sobre
la ladera de la elevación, fueron depositados sus restos, mirando al sol
naciente con su caballo y riquezas.”
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