lunes, 11 de noviembre de 2013

74 - ¿Democracia?

74
¿Democracia?

Muchas veces me he preguntado si la democracia es, en realidad, la mejor forma de gobierno conocida y no he sabido responderme. Quizá eso se debe a que, desde mi punto de vista, no hemos llegado a una situación democrática. Estamos muy lejos del gobierno en el que las decisiones son tomadas por el pueblo, y, por lo tanto, en función del pueblo mismo.

Mafalda. Quino

Podríamos decir que estamos  todavía inmersos en un sistema casi de caudillos, donde el poder se ha convertido en una carrera que comienza con los jóvenes en pintadas callejeras o repartiendo volantes para luego ir escalando por distintos puestos y terminar en la legislatura o la presidencia, o en su defecto, en algún puesto tribunalicio. Esta carrera burocrática  rompe con las personas de la calle, los comunes que somos todos nosotros, y convierte al joven que quizá tuvo verdaderos ideales, en alguien que busca exclusivamente su propia satisfacción, que juega un ajedrez en el que las piezas son personas o enemigos u opositores y también, aliados.  Y quizá este sea el objetivo de toda burocracia, separar al “funcionario” de la gente común, alejarlo, hacerle creer en una supuesta superioridad y capacidad de “dirección” , hacerle creer que ha llegado a ese puesto para cuidar los intereses de su “clase política” y de quienes lo apoyan.  Desde esta visión, si se acercan a las personas es para usarlas como apoyo, para obtener ideas que les aporten más votos que les permitan seguir en su sillón o alcanzar otro más importante y para “legitimar” su poder. El ideal oculto sigue siendo el de la monarquía, quedarse en el poder toda la vida y si fuera posible trasmitirlo en herencia a sus hijos o parientes.

Es paradójico que cuanto más hablan de los “problemas de la gente”, de “buscar soluciones”, de “escuchar”, de “andar la calle”, más lejos están de todo esto y menos parece importarles.

Muchas veces me detengo a escuchar los discursos y ver los actos como un espectáculo o como una clase de psicología social. No importa lo que dicen, en general es sumamente pobre y si tuviéramos un vecino que cada vez que lo encontramos nos hablara así, saldríamos corriendo, y hasta podríamos pensar que tiene algún problema mental. Lo que me gusta ver es como está armado el espectáculo, los gestos, como van subiendo la voz hasta terminar casi en un grito que coincide con el momento en que los redoblantes y bombos suenan y es la señal para que la gente grite y aplauda. O sea toda una estrategia de manipulación que trata de mostrar precisamente lo contrario a “la escucha”, pone en evidencia que lo que ellos buscan es ser escuchados y seguidos.  Esos actos son un muestrario de la pobreza de ideas, los pensamientos  no existen las que aparecen son frases publicitarias vacías que pretenden tener un contenido político cuando en realidad son repeticiones y si no fuera por toda la parafernalia que las disimula, hasta serían ridículas. También son un ejemplo  de la obsecuencia, del sometimiento de los “dirigentes que acompañan” y de su modelo de ciudadanía,  como si tener a toda esa gente reunida con banderas, y respondiendo a las señales como autómatas, representara para ellos la  virtud ciudadana, como si eso fuera la democracia.

Y para esto es necesario no tener límites éticos, la mentira, promesas que sabemos nunca serán cumplidas, pactos escondidos, negocios ya acordados, besos a niños y gente mayor, abrazos a trabajadores, todo puede ser usado para la manipulación, para obtener sus metas que no son otras que sostenerse en el poder.












Muchas veces escuché decir que “el poder corrompe” y esto es tirar la 
pelota afuera, es buscar una excusa que perdone anticipadamente a quienes son y serán nuestros verdugos. El “poder” no es una persona, no es una entidad como un demonio o algo similar, que esta acechando, esperando que  un alma cándida pase a su lado  para pervertirla, para  ensuciar al inocente joven que  se inicia en el camino hacia el palacio de gobierno. Al contrario, para ir cumpliendo las etapas de este camino es necesario irse corrompiendo, así, cuando se llega al puesto, a ser “dirigente” la tarea ya está hecha. No es el poder el que corrompe, siempre somos los humanos los responsables de cómo usamos las herramientas. No hay un Sr. Poder que enseñe que el pueblo es estúpido, que se lo compra con zapatillas, que la pobreza y la ignorancia son convenientes, y si esto no fuera suficiente, alguna patota podrá solucionarlo.  Si no me convenciera de todo esto ¿de qué otro modo podría creerme  superior a los demás para poder someterlos a mi voluntad ?

Leer “El Príncipe” de Maquiavelo enseña mucho. Ahí están las lecciones que aprenden de memoria nuestros políticos profesionales. Es el manual que les enseña el arte del engaño y  la manipulación, todo un programa de cómo consagrarse psicópatas.

Maquiavelo
Lo que hacen algunos de nuestros políticos profesionales demuestra claramente cuan aprendidas tienen  las lecciones de Maquiavelo, veamos unos ejemplos.

El arte de un príncipe consiste en hacer el bien personalmente y el mal por segunda mano.”

Cuando se produce una tragedia importante, como puede ser inundaciones, vemos a los funcionarios llegar al lugar, “recorrerlo” y hacer declaraciones lacrimógenas condoliéndose por la gente afectada, cuando en realidad si ellos hubieran cumplido su trabajo, muy probablemente eso no se hubiera producido o hubiera sido mucho menor. Ellos siempre son los buenos, las víctimas de la maldad de los demás.

Los hombres olvidan más fácilmente la muerte de su padre que la pérdida de su patrimonio.”

Quizá sea por esta enseñanza  que los gobernantes se amparan entre sí para evitar que sean investigadas sus fortunas y haya algún riesgo de que le sean sacadas. Sabemos que aún las muertes de personas muy próximas a ellos  han servido para sostenerse en el sillón. No olvidemos que para el capitalismo el dinero es poder y el poder es dinero.



“Los hombres son tan simples que aquel que engaña encontrará siempre quien se deje engañar”.

Esto es casi decir que el pueblo es  culpable de estupidez, o de su pobreza e ignorancia. Acá está muy claro el germen de la separación, “los hombres son tan simples” pero el gobernante, el dirigente no lo es al darse cuenta y eso de algún modo lo autoriza a usar la manipulación para llevar a esos hombres tan simples a un resultado positivo que por su propia simpleza no logran ver.  Si esto no alcanzara, hay otra frase que da la solución:

“Como los pueblos son inconscientes y volubles hay que saber utilizar la fuerza para convencerlos”.
Por último volvemos a la parafernalia, a las fotos trucadas, a los besos a los niños, a todas las imágenes que hasta el cansancio vemos repetidas porque es necesario crear una  personalidad al dirigente, aunque haya que pagar muchísimo dinero a los creadores de imágenes, a los medios informativos. Porque,  como dice Maquiavelo:

“Todos ven lo que tú aparentas; pocos advierten lo que eres”.

Todo esto fue escrito para el príncipe, para el monarca, para el que obtiene el poder para su propio sostenimiento. Maquiavelo no pensaba en la democracia, en que el poder es del pueblo. Cuando vemos estas frases aplicadas hoy  es como una cortina que se corre y muestra lo tenebroso que hay detrás. Vuelvo al principio de esta charla, no hemos llegado a una situación democrática, ni siquiera a la apariencia formal, creo que recién estamos en un tiempo pre-democrático y que de nuestra participación y esfuerzo dependerá pasar al próximo nivel.


Nueva democracia. Siqueiros 1.945















Termino con un pensamiento de Gustav Jung,  quien dijo:

Donde hay amor no existe el deseo de poder y donde predomina el poder el amor brilla por su ausencia. Uno es la sombra del otro...”

Quizá sea duro en lo que digo, quizá haya personas que realmente buscan el bien común y los mueve  el deseo de que todos lleguemos a un mejor modo de vivir, es probable que como en todo, si el impulso vital, si el cuidado, el amor, no fuera mayor que el odio, que la destrucción, ya no estaría la humanidad en este planeta. En general el bien es silencioso, no busca al periodismo ni la foto, es una tarea constante y simple. Indudablemente algo  está muy equivocado en este sistema político, hay algún serio error en nuestro modo de relacionarnos, la desnutrición, la falta de agua y de vivienda, las enfermedades evitables, los que sostienen la prostitución, la corrupción, el tráfico de drogas, lo están demostrando.







La mayoría de las IMAGENES han sido tomadas desde la web, si algún autor no está de acuerdo en que aparezcan por favor enviar un correo a  alberto.b.ilieff@gmail.com y serán retiradas inmediatamente. Muchas gracias por la comprensión.

Se puede disponer de las notas publicadas siempre y cuando se cite al autor/a y la fuente.







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