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Responsabilidades de las generaciones actuales
En
noviembre de 1997, hace aproximadamente 16 años atrás, y con esto quiero decir
que no es algo novedoso, de lo que recién ahora a nivel internacional se estén
dando cuenta, por el contrario, cuando Naciones Unidas, en este caso más
precisamente UNESCO saca una declaración es porque ya hace mucho tiempo anda
dando vueltas entre los pasillos burocráticos y es objeto de variadas y
múltiples componendas. Lo cierto es que se llegó a tal punto de acuerdo que en
1997 fueron capaces de sacar lo que llamaron Declaración sobre las
responsabilidades de las generaciones actuales para con las generaciones
futuras.*
Una vez más detengámonos en las palabras, al menos aquellas
que para mí son significativas, que son especialmente dos: “responsabilidades”
y “generaciones”.
Este documento no es descriptivo, no nos quiere contar
únicamente una situación sino que tiene un fuerte contenido ético al estar
centrado en la responsabilidad, o sea que exige que nos hagamos cargo, que
contemplemos nuestra conducta desde esta perspectiva.
Al mismo tiempo habla de “generaciones”, ya no se trata de
algo individual, que queda sometido a mi propio arbitrio y decisión. Si bien en
última instancia la responsabilidad siempre es personal, también existe como
parte de un grupo, un colectivo, una comunidad o como se le quiera nombrar.
Pretender hacer un corte tajante entre una y otra, entre lo múltiple y lo
individual, es jugar con una ilusión porque todo se halla no solamente
conectado sino que un elemento revierte y constituye al otro.
Como parte de esta generación somos responsables de lo que
hacemos y no hacemos. Si vemos cómo los políticos partidarios se enriquecen
abiertamente, cómo son los primeros en violar las leyes, si sabemos que eso es
la corrupción que día a día genera más pobreza y lesiona los derechos de todos,
y guardamos silencio, o miramos para otro lado, somos responsables de esa corrupción
y de sus consecuencias. Hay un continuo desde lo macro a lo micro, desde lo
social a lo individual.
Esta declaración al llamarnos responsables nos dice que lo
sucedido no es casual o cuestión de algún destino o calamidad natural, sino que
es resultado de nuestras acciones y lo que es también grave, es que se proyecta
y condiciona la vida de quienes nos seguirán sobre el planeta, nuestros hijos,
nietos, y los hijos de nuestros nietos.
Si este amor que declaramos a los cuatro vientos por
nuestros hijos no se concreta en obras queda reducido a simple sentimentalismo.
Si no actuamos para que ellos puedan tener una vida mejor, lo que implica tener
un planeta capaz de alimentarlos y sostenerlos en salud, nuestro proclamado
sentir se estrellará ante la contaminación o la soja transgénica.
Podemos pensar que mis reflexiones son un tanto pesimistas o
más de lo mismo y seguir mirando nuestro programa favorito o el fútbol que es
para todos, eso no le quitará el sentido y la pesadez que esta Declaración de
Unicef expone:
“Consciente de que en esta etapa de la historia corren peligro la
existencia misma de la humanidad y su medio ambiente”
Entendamos que esto escrito hace 16 años atrás pone el
alerta sobre la misma continuidad de la humanidad, ya no son las ballenas o los
simios o alguna flor exótica, lo que peligra es la vida de quienes nos siguen.
Veamos algunos de los artículos.
“Artículo 3 Mantenimiento y perpetuación de la humanidad
Las generaciones
actuales deben esforzarse por asegurar el mantenimiento y la perpetuación de la
humanidad, respetando
debidamente la dignidad de la persona humana. En consecuencia, no se ha de
atentar de ninguna manera contra la naturaleza ni la forma de la vida humana.”
Este texto es de por sí claro. Resalto que dentro de la zona
de peligro nos dice que se halla el respeto a la dignidad de la persona. Es parte de la existencia de la humanidad
cuidar la dignidad como principio único. Todos somos dignos, ello implica un
cuidado y un respeto especial, ello es un límite inquebrantable hacia el
intento de convertirnos en mercadería, en objetos de uso, en números estadísticos
o en herramientas para el enriquecimiento de otros.
“Artículo 4 Preservación de la vida en la Tierra
Las generaciones
actuales tienen la responsabilidad de legar a las generaciones futuras un
planeta que en un futuro no esté irreversiblemente dañado por la actividad del
ser humano. Al recibir la Tierra en herencia temporal, cada generación debe
procurar utilizar los recursos naturales razonablemente y atender a que no se
comprometa la vida con modificaciones nocivas de los ecosistemas y a que el progreso
científico y técnico en todos los ámbitos no cause perjuicios a la vida en la
Tierra.
Artículo 5 Protección del medio ambiente
1. Para que las
generaciones futuras puedan disfrutar de la riqueza de los ecosistemas de la
Tierra, las generaciones actuales deben luchar en pro del desarrollo sostenible
y preservar las condiciones de la vida y, especialmente, la calidad e
integridad del medio ambiente.
2. Las generaciones
actuales deben cuidar de que las generaciones futuras no se expongan a una
contaminación que
pueda poner en peligro su salud o su propia existencia.
3. Las generaciones
actuales han de preservar para las generaciones futuras los recursos naturales
necesarios para el
sustento y el desarrollo de la vida humana.
4. Antes de emprender
grandes proyectos, las generaciones actuales deben tener en cuenta sus posibles
consecuencias para las generaciones futuras.”
Esta Declaración sobre las responsabilidades de
las generaciones actuales para con las generaciones futuras.* no
solamente nos habla de esto ligado al planeta sino también del medio cultural
que es netamente humano, aquello que para bien o para mal hemos sabido
construir y sostener.
Veamos lo siguiente
“Artículo 2 Libertad de elección
Es importante tomar
todas las providencias necesarias para que, respetando los derechos humanos y
las libertades fundamentales, las generaciones presentes y futuras puedan
escoger libremente su sistema político, económico y social y preservar su
diversidad cultural y religiosa.”
“Artículo 7 Diversidad cultural y patrimonio cultural
Las generaciones
actuales deberán velar por preservar la diversidad cultural de la humanidad
respetando debidamente
los derechos humanos y libertades fundamentales. Las generaciones actuales
tienen la responsabilidad de identificar, proteger y conservar el patrimonio
cultural material e inmaterial y de transmitir ese patrimonio común a las
generaciones futuras.”
“Artículo 8 Patrimonio común de la humanidad
Las generaciones
actuales han de utilizar el patrimonio común de la humanidad, según lo define
el
derecho internacional,
sin comprometerlo de modo irreversible.”
Rescatemos palabras claves: derechos humanos, libertades
fundamentales, diversidad cultural, patrimonio cultural material e inmaterial.
Esto también es constitutivo de nuestro ser tanto como el oxígeno o el
alimento. En momentos en que pareciera que lo religioso reaparece con fuerza y
nuevamente busca imponerse hegemónicamente no solamente sobre los gobiernos
sino también sobre otras religiones, o sea rompiendo con el respeto debido a la
diversidad. Cuando al mismo tiempo que habla de diálogo impide una educación
sexual amplia, propicia mueran miles de mujeres por abortos ilegales y sigue
silenciando la violación a los derechos humanos; cuando en este momento guerras y genocidios
también se realizan en nombre de religiones, es cuando debemos tener más
presente el alerta que nos hace esta Declaración acerca de la continuidad de la humanidad.
Muchas veces la magnitud del problema en lugar de
movilizarnos nos paraliza, creemos que es necesario ser una especie de
superhéroes o capaces de sacrificios para hacer algo. En la medida en que
realmente nos hacemos responsables surgirá aquello que está en nuestro poder
hacer.
Lo primero será no mentirnos y sobre todo no dejar que nos mientan, será
poder separarnos de lo que hemos aprendido y se nos dice para pensar por
nosotros mismos, darnos cuenta de la magnitud de la situación. Aceptemos
nuestra dignidad, no somos un número más en los padrones, esta es nuestra vida,
la única que tenemos, y este nuestro planeta y nuestra cultura. No
desmerezcamos nuestra capacidad, cualquier cosa que hagamos generará
consecuencias, quizá no nos demos cuenta, quizá no podamos preverlas, lo veamos
o no, lo sepamos o no, la piedra que cae al agua siempre genera ondas.
*http://www.unesco.org/new/es/unesco/events/prizes-and celebrations/celebrations/international-days/
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