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Palabras sueltas 2
En estas palabras sueltas de hoy comparto algunos breves párrafos que por su elocuencia no
requieren comentario alguno.
“Breve ensayo sobre
la diferencia” Jaime Richart
publicado en ARGENPRESS
“Hay demasiados vicios
en la vertebración de este sistema político, económico y social que acoge o
enriquece voluptuosamente a unos y excluye a otros; hay demasiados vicios como
para seguir sosteniendo que éste es el mejor o el menos malo de los sistemas
posibles. Pero la principal ponzoña está en su corazón. Está, en su decidido
propósito de mantener "las diferencias". Todo su entramado se levanta
sobre la sacralización de las diferencias, naturales y luego sociales, entre
los individuos que pueblan las naciones y el planeta. Pues, en lugar de
esforzarse por superarlas y corregirlas cuanto sea posible como resulta lógico
para los bien nacidos, la idea en sí misma y los mecanismos del sistema actúan
precisamente en sentido contrario acentuando de distintos modos las diferencias
entre los seres humanos.”
“ningún
estamento dominante ha cedido sus posiciones ante la razón, sino ante una
correlación de fuerzas capaz de descabalgarlo.”
Sylviane Dahan
“Perú. Democracia
burguesa al desnudo: A propósito de Humala” por Voz Proletaria
“La democracia burguesa”, de la que tanto se
ufanan los capitalistas y sus amanuenses, es el escenario donde se desnudan
todas las miserias y flaquezas políticas de sus “clases dirigentes”, el lugar
donde exhiben sin tapujos sus mezquinos intereses de grupo y, sobre todo el
engaño y falsas promesas al pueblo que los eligió. V.I. Lenin, refiriéndose a
la democracia burguesa, decía: que los hombres en política, siempre serán
víctimas necias del engaño propio y de los demás, si detrás de las frases
amistosas sobre igualdad, libertad, fraternidad, etc., no saben distinguir los
verdaderos intereses de clase a los que representan.
Los
defensores de la democracia burguesa, critican furiosamente a los países
socialistas como “dictaduras” y se jactan de su “democracia” como el sistema
social más avanzado, donde el pueblo soberano elige periódicamente a sus
gobernantes. Todo esto no pasa de ser una farsa, como lo señala V. I. Lenin,
“La democracia burguesa” siempre será una democracia formal y aparente, una
democracia al servicio de un pequeño grupo, la burguesía; frente a la inmensa
mayoría del pueblo trabajador.
Goebbels,
siniestro Ministro de Propaganda del gobierno Hitleriano, consciente de la
naturaleza engañosa de la “democracia burguesa” decía: “miente, miente que algo
queda”. Este principio de la política nazi, es aplicado por nuestros políticos
criollos.”
Fuente: http://www.argenpress.info/2012/02/peru-democracia-burguesa-al-desnudo.html
La madre de todas las
violencias por Silvana Melo (APE)
“Entre el 1% de la población que se queda con el 16,5% del
ingreso nacional y los diez millones de pobres diseminados en puntos clave del
país hay bastante más que una brecha. La desigualdad es un quiste sistémico que
se ha plegado y replegado en la historia como las mareas. Que tiene el gesto
atávico de los pibes del norte. O la cara sucia de los que esperan los camiones
de madrugada en el Ceamse. La desigualdad es la hija de la caída del Muro, del
fin de la historia, del síncope de las ideologías, del fundamentalismo del mercado,
de la retirada del Estado, de la muerte de las alternativas, de los sueños
rotos y esparcidos en el camino, como vidrios que rajan los pies de los que
todavía se atreven. La desigualdad es la madre de la cesantía de la felicidad,
del éxodo hacia las afueras del mundo al que fueron condenadas las multitudes
que no calificaron para el adentro. De las enfermedades que resucitan como
lázaros famélicos y se devoran los huesos de los pobres en la sobremesa
somnolienta de los ricos. La desigualdad es la madre de todas las violencias.
Entre 1950 y 1974 el promedio de participación de los
trabajadores asalariados en la distribución de la riqueza era de una media del
44,5%, dice Gustavo Sierra en un informe publicado por Clarín. Eran los tiempos
del “50 y 50”, cuando los trabajadores disputaban la distribución de los
ingresos en la calle y se iba gestando el huevo serpentario del genocidio que
el poder económico utilizó como herramienta para imponer su modelo basado en la
inequidad y el terror. Durante la dictadura el nivel de participación cayó en
picada en pocos años hasta el 22,5%. La crisis de 2001, con un protagonista que
tuvo la habilidad de enancarse en la dictadura y en dos gobiernos de estética
democrática, alejó sin piedad a los trabajadores sobrevivientes de la
participación en los ingresos nacionales: un 20,9%. En 2006 recién apareció un
repunte hasta el 25,07 y hoy siguen siendo apenas las sobras lo que reciben
desde banquete de los poderosos.”
Raúl Vaneigem
“Los que hablan de revolución y de lucha de clases sin
referirse explícitamente a la vida cotidiana, sin comprender lo que hay de
subversivo en el amor y de positivo en el rechazo de las obligaciones, tienen
un cadáver en la boca”.
Henry Miller |
Henry Miller.
Fragmento del capítulo 20 de Sexus
“Durante siete días y siete noches estuve solo. Empecé a
pensar que Mona me había dejado. Telefoneé dos veces, pero su voz sonaba
lejana, perdida, consumida por la pena. Recordé las palabras del señor
Einstein. Me preguntaba si la habrían hecho volver al redil.
Después, un día, hacia la hora de cerrar, salió del
ascensor... y se detuvo ante mí. Iba vestida totalmente de negro, excepto un
turbante malva que le daba aspecto exótico. Se había producido una
transformación. Los ojos se habían vuelto todavía más apacibles, la piel más
translúcida. Su figura se había vuelto seductoramente suave, su porte más
majestuoso. Tenía el aplomo de una sonámbula.
Por un momento, apenas si podía dar crédito a mis ojos.
Había algo hipnótico en ella. Irradiaba poder, magnetismo, encantamiento. Era
como una de esas mujeres del Renacimiento que te miran fijamente con una
sonrisa enigmática desde un cuadro que retrocede hasta el infinito. En los
pocos pasos que dio antes de arrojarse en mis brazos sentí un abismo, como no
había sabido nunca que pudiera existir entre dos personas, que se cerraba. Era
como si la tierra se hubiese abierto entre nosotros, como si, mediante un
esfuerzo supremo y mágico de la voluntad, ella hubiera salvado el vacío de un
salto y se hubiese reunido conmigo. El suelo sobre el que estaba hacía un
momento desapareció, se deslizó hasta un pasado del todo desconocido para mí,
así como la plataforma continental se desliza en el mar. Nada tan claro y
tangible como esto se formuló en mi mente entonces; hasta después -porque
reviví aquel momento una y otra vez posteriormente- no entendí la naturaleza de
nuestra reunión.
Todo su cuerpo me transmitía una sensación extraña al tacto,
al apretarla contra mí. Era el cuerpo de un ser que había renacido. Era un
cuerpo enteramente nuevo el que me entregaba, nuevo porque contenía algún
elemento que hasta entonces había faltado. Por extraño que pueda parecer
decirlo así, era como si hubiese regresado con su alma... y no su alma privada,
individual, sino el alma de su raza. Parecía estar ofreciéndomela como un
talismán.”
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