miércoles, 28 de enero de 2015

146 - Palabras sueltas 2

146
Palabras sueltas 2


En estas palabras sueltas de hoy comparto algunos  breves párrafos que por su elocuencia no requieren comentario alguno.

Breve ensayo sobre la diferencia”  Jaime Richart publicado en ARGENPRESS
“Hay demasiados vicios en la vertebración de este sistema político, económico y social que acoge o enriquece voluptuosamente a unos y excluye a otros; hay demasiados vicios como para seguir sosteniendo que éste es el mejor o el menos malo de los sistemas posibles. Pero la principal ponzoña está en su corazón. Está, en su decidido propósito de mantener "las diferencias". Todo su entramado se levanta sobre la sacralización de las diferencias, naturales y luego sociales, entre los individuos que pueblan las naciones y el planeta. Pues, en lugar de esforzarse por superarlas y corregirlas cuanto sea posible como resulta lógico para los bien nacidos, la idea en sí misma y los mecanismos del sistema actúan precisamente en sentido contrario acentuando de distintos modos las diferencias entre los seres humanos.”





“ningún estamento dominante ha cedido sus posiciones ante la razón, sino ante una correlación de fuerzas capaz de descabalgarlo.”
Sylviane Dahan


Perú. Democracia burguesa al desnudo: A propósito de Humala” por Voz Proletaria
 “La democracia burguesa”, de la que tanto se ufanan los capitalistas y sus amanuenses, es el escenario donde se desnudan todas las miserias y flaquezas políticas de sus “clases dirigentes”, el lugar donde exhiben sin tapujos sus mezquinos intereses de grupo y, sobre todo el engaño y falsas promesas al pueblo que los eligió. V.I. Lenin, refiriéndose a la democracia burguesa, decía: que los hombres en política, siempre serán víctimas necias del engaño propio y de los demás, si detrás de las frases amistosas sobre igualdad, libertad, fraternidad, etc., no saben distinguir los verdaderos intereses de clase a los que representan.

Los defensores de la democracia burguesa, critican furiosamente a los países socialistas como “dictaduras” y se jactan de su “democracia” como el sistema social más avanzado, donde el pueblo soberano elige periódicamente a sus gobernantes. Todo esto no pasa de ser una farsa, como lo señala V. I. Lenin, “La democracia burguesa” siempre será una democracia formal y aparente, una democracia al servicio de un pequeño grupo, la burguesía; frente a la inmensa mayoría del pueblo trabajador.

Goebbels, siniestro Ministro de Propaganda del gobierno Hitleriano, consciente de la naturaleza engañosa de la “democracia burguesa” decía: “miente, miente que algo queda”. Este principio de la política nazi, es aplicado por nuestros políticos criollos.”

Fuente: http://www.argenpress.info/2012/02/peru-democracia-burguesa-al-desnudo.html

 
Diego Rivera

La madre de todas las violencias  por  Silvana Melo (APE)
“Entre el 1% de la población que se queda con el 16,5% del ingreso nacional y los diez millones de pobres diseminados en puntos clave del país hay bastante más que una brecha. La desigualdad es un quiste sistémico que se ha plegado y replegado en la historia como las mareas. Que tiene el gesto atávico de los pibes del norte. O la cara sucia de los que esperan los camiones de madrugada en el Ceamse. La desigualdad es la hija de la caída del Muro, del fin de la historia, del síncope de las ideologías, del fundamentalismo del mercado, de la retirada del Estado, de la muerte de las alternativas, de los sueños rotos y esparcidos en el camino, como vidrios que rajan los pies de los que todavía se atreven. La desigualdad es la madre de la cesantía de la felicidad, del éxodo hacia las afueras del mundo al que fueron condenadas las multitudes que no calificaron para el adentro. De las enfermedades que resucitan como lázaros famélicos y se devoran los huesos de los pobres en la sobremesa somnolienta de los ricos. La desigualdad es la madre de todas las violencias.

Entre 1950 y 1974 el promedio de participación de los trabajadores asalariados en la distribución de la riqueza era de una media del 44,5%, dice Gustavo Sierra en un informe publicado por Clarín. Eran los tiempos del “50 y 50”, cuando los trabajadores disputaban la distribución de los ingresos en la calle y se iba gestando el huevo serpentario del genocidio que el poder económico utilizó como herramienta para imponer su modelo basado en la inequidad y el terror. Durante la dictadura el nivel de participación cayó en picada en pocos años hasta el 22,5%. La crisis de 2001, con un protagonista que tuvo la habilidad de enancarse en la dictadura y en dos gobiernos de estética democrática, alejó sin piedad a los trabajadores sobrevivientes de la participación en los ingresos nacionales: un 20,9%. En 2006 recién apareció un repunte hasta el 25,07 y hoy siguen siendo apenas las sobras lo que reciben desde banquete de los poderosos.”

Raúl Vaneigem
“Los que hablan de revolución y de lucha de clases sin referirse explícitamente a la vida cotidiana, sin comprender lo que hay de subversivo en el amor y de positivo en el rechazo de las obligaciones, tienen un cadáver en la boca”.


Henry Miller




Henry Miller
Fragmento del capítulo 20 de Sexus










“Durante siete días y siete noches estuve solo. Empecé a pensar que Mona me había dejado. Telefoneé dos veces, pero su voz sonaba lejana, perdida, consumida por la pena. Recordé las palabras del señor Einstein. Me preguntaba si la habrían hecho volver al redil.
Después, un día, hacia la hora de cerrar, salió del ascensor... y se detuvo ante mí. Iba vestida totalmente de negro, excepto un turbante malva que le daba aspecto exótico. Se había producido una transformación. Los ojos se habían vuelto todavía más apacibles, la piel más translúcida. Su figura se había vuelto seductoramente suave, su porte más majestuoso. Tenía el aplomo de una sonámbula.
Por un momento, apenas si podía dar crédito a mis ojos. Había algo hipnótico en ella. Irradiaba poder, magnetismo, encantamiento. Era como una de esas mujeres del Renacimiento que te miran fijamente con una sonrisa enigmática desde un cuadro que retrocede hasta el infinito. En los pocos pasos que dio antes de arrojarse en mis brazos sentí un abismo, como no había sabido nunca que pudiera existir entre dos personas, que se cerraba. Era como si la tierra se hubiese abierto entre nosotros, como si, mediante un esfuerzo supremo y mágico de la voluntad, ella hubiera salvado el vacío de un salto y se hubiese reunido conmigo. El suelo sobre el que estaba hacía un momento desapareció, se deslizó hasta un pasado del todo desconocido para mí, así como la plataforma continental se desliza en el mar. Nada tan claro y tangible como esto se formuló en mi mente entonces; hasta después -porque reviví aquel momento una y otra vez posteriormente- no entendí la naturaleza de nuestra reunión.
Todo su cuerpo me transmitía una sensación extraña al tacto, al apretarla contra mí. Era el cuerpo de un ser que había renacido. Era un cuerpo enteramente nuevo el que me entregaba, nuevo porque contenía algún elemento que hasta entonces había faltado. Por extraño que pueda parecer decirlo así, era como si hubiese regresado con su alma... y no su alma privada, individual, sino el alma de su raza. Parecía estar ofreciéndomela como un talismán.”









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