miércoles, 21 de noviembre de 2012

9 - Amores



9
Amores

Hoy vamos a cambiar ligeramente la óptica de nuestras charlas, apenas un pequeñísimo desvío.

El romanticismo hizo del amor un fetiche, una postal de colores suaves y perfumes agradables. Nos enternecemos cuando vemos una imagen de ese tipo y tendemos a creer que eso es amor. Volvemos a un tema que ya hemos charlado, la cuestión de las palabras. Cuando digo amor todos pensamos que sabemos de qué estamos hablando pero no es así, mi idea de amor, lo que siento, lo que me pasa  es enteramente mío, intransferible, y no puede ser mostrado y comparado, por lo que puede ser muy, pero muy diverso de lo que Ud siente y llama con esa palabra.
Dicho esto, y suponiendo que todos y todas pensamos al menos parecido, volvamos al tema de hoy.
Esa imagen del romanticismo es pura burbuja, o quizá el simple comienzo de lo que luego será amar. Porque amar no es solamente un ramo de flores regalado, una caricia llena de ternura, unas miradas que se humedecen en un tibio beso dado con los ojos. Es, antes que nada, tarea, obras.
Puedo recitar los versos más hermosos, prometerte y hasta lograr poner la luna a tus pies, pero si no estoy sensible a tu dolor, si no entiendo, aunque quizá no comparta, tus ilusiones, tus sueños, tus alegrías y esfuerzos, y sobre todo te acompaño, te apoyo en esta tarea de construirte a vos mismo, a vos misma, mi amor será nada más que palabras y flores que se terminan secando en el florero.
Por eso dónde hay violencia, cualquiera de las violencias que Ud quiera decir, el amor huye, allí no esta.
Muchas veces los nombres nos impiden ver la violencia presente. Madre, padre, hijo, tío y otros ayudan a disimular, disculpar infinidad de actos de agresión. Aceptamos de un hijo o de una madre conductas que no permitiríamos de otros, simplemente porque esos nombres, esas relaciones nos impiden ver.
Lo mismo pasa con temas sociales, con la acción de iglesias y políticos.


Quienes viven de las creencias de los demás, quienes viven del voto obligatorio, son magos de las palabras, juegan con los sentidos y crean dioses, milagros, futuros. Son verdaderos ilusionistas que como el hipnotizador nos hacen ver cosas que no existen.
Nadie que diga que “representa” a quien sea, sea a un dios, sea a un pueblo, sea a un grupo humano, lo hace por amor, o por cuidado. Al contrario, nos está desalojando de nuestro lugar, nos aleja de  hablar por nosotros mismos,  usa su voz para decir que es la nuestra.
Ellos dicen que están por la vida, por el bienestar, pero bien sabemos por qué están ahí, y porque no se quieren nunca más ir, y por qué cuando el pueblo suena, ellos corren a sacudir los palos policíacos.
Alguna, alguno,  de Uds me dirá que mezclo cosas, que nada tiene que ver una relación padre-hijo con la de gobernantes y gobernados. Les digo que no mezclo, que el amor esta y debe estar en todo, porque el investigador que descubrió una vacuna hasta el señor que junta la basura de la puerta de nuestras casas, cuando hacen bien su tarea,  también están ejerciendo un acto amoroso.


Recuerdo ahora esa lucha que se convirtió casi sin quererlo en símbolo del pueblo que lucha por la vida y por su derecho a hablar por sí mismo, estoy hablando de Famatina. Estoy diciendo de los movimientos  desde el norte al sur, por los hielos, por los glaciares, por los bosques, por el agua, por la tierra, por los que fueron asesinados y condenados al silencio como los pueblos originarios. También hablo de las personas que se levantan contra el gatillo fácil, que luchan contra el abuso sexual de niños y niñas, contra la prostitución y la trata de personas. Todo esto también es amor, amor a nuestros hijos y nietos, porque a ellos dejaremos estas tierras, este planeta; amor por la vida que no es otra cosa que aire puro, que tierra sana, que aguas límpidas, que vientos libres corriendo por las cumbres o por las pampas. Amor por la vida que no es otra cosa que libre expresión, derecho a tener derechos y ejercerlos, a hablar por mí mismo, a no ser sometido a que nadie me empuje al silencio y la muerte.


Hoy no hablo de otra cosa más que de esto.
Recuerdo aquella “Canción con todos” de Armando Tejada Gómez y César Isella:

“Salgo a caminar
Por la cintura cósmica del sur
Piso en la región
Más vegetal del tiempo y de la luz

Me pregunto si dentro de unos años seguiremos  caminando por esta región vegetal del tiempo y de la luz o serán páramos donde la vida será un recuerdo  o quizá ni eso, porque los poderosos  obligarán a anular también esa memoria. Zonas de no vida llenas de alambrados y guardias armados, separando las propiedades de quienes tendrás el privilegio de poseerlas.

“Sol de alto Perú
Rostro Bolivia, estaño y soledad
Un verde Brasil besa a mi Chile
Cobre y mineral”

Hoy el mapa dice que la injusticia no ha disminuido, que los ricos son ahora mucho más ricos, y los pobres sobreviven.

La mina devastadora La Alumbrera, tiene un nombre casi profético. Jugando con las palabras podría decir que es la que alumbra, la que tiene la luz, la que ilumina nuestros pasos. Quizá venga de alumbre, de ese producto que se emplea para aclarar las aguas turbias; también en tintorería y en medicina. Todas prácticas de paz, de amor, de construcción para una mejor vida. El nombre La Alumbrera me hace acordar a los nombres del demonio, el ángel más bello creado, pero que según la mitología cristiana antes que sembrar amor, lleva muerte.

No es solamente Famatina, La Alumbrera, también es el proyecto minero "Navidad" en Chubut, de la empresa canadiense Pan American Silver, es el pueblo de Bariloche cuando alrededor de 3 mil personas se movilizaron contra el uso del cianuro en la minería,  en la que se incluyó una "muerte masiva": cientos de personas se acostaron en la plaza principal del Centro Cívico mientras "la reina del Cianuro" se paseaba entre los supuestos  "cadáveres".

Una vez más las invito, los invito a aceptarnos poderosos, a reconocer que podemos si nos ponemos un objetivo de amor, de vida y nos juntamos  y marchamos para lograrlo.

“Todas las voces, todas
Todas las manos, todas
Toda la sangre puede
Ser canción en el viento.
¡Canta conmigo, canta
Hermano americano
Libera tu esperanza
Con un grito en la voz!
Destinado a crecer
Y a estallar.”


















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